Presentan un proyecto para un sistema de seguros agropecuarios

El objetivo es generar una ley marco, superadora del esquema actual, que sirva para proteger y garantizar la continuidad de las explotaciones de los productores agrícolas y ganaderos de todo el territorio nacional frente a adversidades climáticas o sanitarias.

Presentan un proyecto para un sistema de seguros agropecuarios

 

Un proyecto para crear un sistema integrado de seguros agropecuarios (SISA) tiene un comienzo auspicioso en comisiones en la Cámara de Diputados. Aunque recién se están dando los primeros pasos, la propuesta viene ganando el apoyo de los distintos actores del sector. El objetivo es generar una ley marco, superadora del esquema actual, que sirva para proteger y garantizar la continuidad de las explotaciones de los productores agrícolas y ganaderos de todo el territorio nacional frente a adversidades climáticas o sanitarias.

 

 

El SISA, bajo el ámbito de aplicación del Ministerio de Agroindustria, plantea la implementación de seguros agropecuarios de cobertura combinada y primas con valores reducidos, con el foco puesto en los pequeños productores. «El proyecto viene a resolver y llenar un vacío que tiene que ver con el problema de los productores agropecuarios a la hora de un siniestro», explica el diputado Luis Borsani, impulsor del proyecto, en diálogo con Seguros.

 

 

«El sistema vigente de régimen de emergencia para desastres agropecuarios no alcanza», agrega Borsani, quien subraya que, a pesar de las medidas de alivio que este esquema prevé, en materia impositiva, principalmente, «no resuelve el problema del capital de trabajo que requiere el productor para volver a iniciar el ciclo».

 

 

En el mismo sentido, Francisco Iguerabide, presidente de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), expresa: «Sería bueno tener un esquema que proteja a los productores eficientes cuando tengan una catástrofe, eso hoy no se da». Tras participar de una reunión informativa organizada por Borsani en el Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, Iguerabide subraya la importancia de que se implemente un sistema que impulse a la competitividad del sector.

 

 

«Es todo lo contrario a un subsidio, se trata de poder sostener a un actor competitivo que dejaría de serlo por una cuestión totalmente ajena, que no se vea forzado a cambiar de actividad por una catástrofe. Pero no solo pensando en el productor, sino en la Argentina, que perdería un actor competitivo», sostiene Iguerabide.

 

 

Objetivos

 

 

El proyecto plantea que los seguros del SISA deberán cubrir -a cambio de una única prima- los daños por granizo, incendio, sequía, heladas, inundaciones, vientos huracanados o cálidos, nevadas, escarchas, exceso de humedad, plagas, enfermedades y demás adversidades climáticas.

 

 

Se trata de primas voluntarias, ofrecidas con valores reducidos a los productores, con indemnizaciones que se brindarán cuando los daños ocurridos en las producciones hayan ocurrido por variaciones anormales de agentes naturales. El objetivo es que las indemnizaciones sean suficientes para reiniciar el ciclo agropecuario. De acuerdo con Borsani, unos 150.000 productores agropecuarios se verían beneficiados.

 

 

Para Gustavo Mina, gerente de Seguros Agropecuarios de Sancor, que también participó de los debates sobre el proyecto, si bien en la Argentina el seguro agropecuario está bastante desarrollado, sin intervención estatal, como hasta el momento, hay eventos que no son asegurados ya que «no hay cobertura que se ajuste, precisamente por el riesgo que implica y por el elevado costo que debería pagar el productor agropecuario».

 

 

El proyecto presentado por Borsani se basa en la creación de una sociedad anónima entre el sector público y privado, con una participación estatal de al menos un 30%, y con su capital abierto a la participación societaria de las compañías aseguradoras del país. El SISA, en este aspecto, diseñará las coberturas de los seguros agrarios, los comercializará y será la responsable de pagar los siniestros. Cada compañía accionista, en tanto, podrá comercializar por separado pólizas de mayor cobertura que obren como adendas de este seguro básico.

 

 

De acuerdo con Mina, el SISA les permitiría a las compañías llegar al pequeño productor. «Hoy, por ejemplo, el multirriesgo agrícola para 20 o 30 hectáreas es inviable, la prima generada no alcanza», señala el ejecutivo. «El volumen (que permitirá el SISA) nos dará dispersión, generará una masa crítica».

 

 

El financiamiento del sistema, en tanto, se basará en los ingresos por las pólizas comercializadas, por la venta de las acciones a las empresas que se sumen, y por los recursos de un fondo de sustentabilidad que se constituirá con recursos del Tesoro General de la Nación, equivalentes al 3% de los derechos de exportación que la AFIP perciba cada año.

 

 

Este punto fue un foco de preocupación entre las entidades que representan a los productores del sector. «Esta ley marco tiene que ser sustentable. Se deberá crear un nuevo impuesto o bien utilizar las retenciones. El sistema tiene que ser solidario» asevera Borsani ante la consulta por estos cuestionamientos. «El proyecto incorpora al Estado, pero también a los agricultores porque ponen recursos a través de impuestos, ese 3% de las retenciones es plata de los productores que vuelve a ellos mismos», señala.

 

 

«No sé si está bien que se forme una SA entre el Estado y las aseguradoras para administrar esto, genera dudas», señala Mina, por su parte.

 

 

La forma societaria es otro de los puntos clave bajo discusión. El directivo de Sancor detalló además otros de los cambios que propusieron desde la compañía: la necesidad de que se incluya al sector forestal, por un lado, y la preferencia por un sistema obligatorio para el productor, por el otro. «Lo ideal es que sea obligatorio, pero si no es así, que haya beneficios concretos para el productor», sostiene.

 

 

Si bien solo se han dado los primeros pasos, y los ejes a discutir aún son muchos, las reacciones de los actores involucrados parecen augurarle un buen futuro al proyecto de ley. «Tuvimos muy buenas reacciones del sector, se han planteado y seguido solicitando nuevas reuniones para analizar detalladamente los artículos de la ley», explica Borsani, quien subrayó que el objetivo es analizar la cuestión a fondo, para construir una herramienta que sirva a todos. «Estamos muy entusiasmados. Vamos teniendo una agenda importante», asegura el diputado.