Productores perderían U$S 1.200 Millones de volver al anterior esquema de retenciones.

Los datos se desprenden de un estudio realizado por la Consultora Farías Consultores.

A menos de un mes de las elecciones presidenciales y tras los resultados de las PASO realizadas en agosto, la incertidumbre política y económica ha ido en aumento, con marchas y contramarchas en la definición de medidas y regulaciones, dificultando la toma de decisiones por parte de las empresas agropecuarias en sus diversos ámbitos de acción.

En la faz comercial, lo mencionado supone un alto riesgo ante escenarios que contienen la posibilidad de un alza en las retenciones como forma de “hacer caja” para cerrar el bache fiscal, cambiario y financiero del país, ya sea por la eliminación del tope de 4 pesos por dólar en los derechos de exportación fijados por el gobierno actual, o el retorno a las alícuotas vigentes durante los últimos años del gobierno de Cristina Kirchner.

De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, al 18 de septiembre los productores habían entregado a industrias y exportación 87,8 millones de toneladas considerando soja, maíz y trigo, equivalentes al 66% de la producción campaña 2018/2019. Sin embargo, considerando la mercadería que aún está pendiente de fijaciones, resulta que el productor posee el 41% de su producción con riesgos de sufrir pérdidas de valor. Aplicando el diferencial de precios del gráfico precedente, surge que si el día de hoy se volviera al viejo esquema de retenciones, los productores perderían un monto cercano a los 1.200 millones de dólares.

Puntualmente en soja y maíz es donde se presentan los mayores riesgos, ya que aún resta definir precio de prácticamente 52 millones de toneladas entre ambos. Ante esta situación, la posibilidad de tomar coberturas flexibles en los mercados de futuros, locales y externos, merecen la atención por parte de las empresas. También existe un gran abanico de instrumentos financieros en el mercado de capitales para combinar con lo anterior, o para realizar inversiones tras la venta de la producción. Pese a las alternativas mencionadas, hay un gran número de productores que estas les resultan esquivas. Podríamos decir que este tipo de inversiones no están en su ADN, produciéndoles desconfianza o dificultades para su seguimiento. Por esta razón, a continuación presentamos algunas alternativas de inversiones “tradicionales” y/o vinculadas al negocio agropecuario.

Fuente: Farías Consultores.