¿Qué revela el termómetro del campo de FADA?

     La buena salud está dada entre otras cosas por las mejoras de precios y una menor participación del Estado en la renta agrícola. ¿Qué situación se encuentra en la parte roja?

 

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    El termómetro del campo. Junio 2016.

¿Que dice el termómetro del campo de FADA?

Parte roja

Las lluvias y las inundaciones generaron importantes pérdidas en algunas partes del país y a cientos de productores y sus familias los dejaron en una situación complicada. Se estima que cerca de 1 millón de hectáreas se vieron gravemente comprometidas, algunas de las cuales tardarán hasta 4 años en recuperarse. Mientras que en otros lugares generó pérdida de calidad y problemas para levantar y transportar la cosecha.

La parte de la zona agrícola que no fue gravemente afectada goza de buena salud económica, buena salud que se va a comenzar a sentir en las economías regionales de la zona pampeana en los próximos 30 a 60 días.

En tanto, se aceleraron los costos, con una suba interanual del 44,7%. Con respecto a marzo, la suba se encuentra principalmente en las labores y el transporte, porque a marzo todavía no estaban actualizados todos los precios, a lo que se sumó el aumento en los combustibles.

Con insumos dolarizados hay algún riesgo de que si hay alguna devaluación en lo que resta del año, el 2016 cierre con un incremento de costos en el sector agrícola cercano al 50-60%.

En relación a los costos, también entran los arrendamientos, que venían registrando bajas durante los últimos 3 años. Conociendo los números actuales es factible de que haya importantes reacomodamientos en los contratos con aumento en términos reales del 20% al 30% de acuerdo a las zonas y a lo que había bajado con anterioridad.

Parte amarilla y verde

La mejora de precios se ve principalmente en la soja, que lleva un aumento del 31% en los últimos tres meses, seguida por el maíz con 19% y el trigo con el 8,8% de mejora. Sin embargo, si comparamos estos números con los de junio de 2015, la soja presenta un incremento del 17,6% y el maíz del 16,9%, mientras que el trigo cayó un 7,1%.

La buena salud está dada por las mejoras de precios, una menor participación del Estado en la renta agrícola, buenos rindes para el promedio del país y la mejora del resultado económico para todos los cultivos, especialmente maíz.

La recuperación del precio de la soja mejoró la rentabilidad de este cultivo, sin embargo, desde las medidas de diciembre el maíz mejora a la soja al punto que actualmente el resultado económico duplica a la soja. Con estos números es esperable un incremento del área maicera de al menos un millón y medio de hectáreas. Queda la pregunta de cómo agregar valor a ese maíz y cómo transportarlo, ya que sólo el paso de esas hectáreas de soja a maíz significan 200.000 camiones más.

En el caso del trigo, el ingreso neto por hectárea más que duplica en pesos al promedio de 2015, lo que impacta de manera directa en la ecuación económica. Un mejor resultado económico sumado a la necesidad de consumir agua en muchas zonas del país, con alta probabilidad incrementará el área sembrada. Según las Bolsas de Cereales esa suba será cercana al 30%.

Un millón de hectáreas de trigo más, significarán un movimiento económico de 8 mil millones de pesos, 4 veces lo que hubieran significado para el gobierno las retenciones a los precios de este año.

Fuente: FADA