Recuperación en rendimientos del campo, ¿Suba en los alquileres?

Los arrendamientos de campos registrarían un alza de 20 a 30% para la próxima siembra de soja y maíz, de acuerdo con las estimaciones que mantienen los propietarios, alentados por la caída de las retenciones, las subas granarias y el recorte que exhibieron los valores de los contratos en las últimas dos campañas, según admiten fuentes del sector.

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El titular de Coninagro en Córdoba, Marco Giraudo, aseguró que “hay una preocupación” por los precios de las locación de campos para la próxima gruesa a partir de “una presión que se intensifica por parte de los propietarios de la tierra”.

“Hay gente que quiere aumentar, pero el productor que tiene un campo en un lugar complicado (por las últimas lluvias) y le fue pésimo, no quiere saber nada”, afirmó Giraudo.

También Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), consignó que “se manifiesta cierta preocupación, ya que comenzaron algunas pujas bastante fuertes entre los dueños de campos con contratistas rurales” para ir definiendo la campaña 2016/17.

“Si bien se empiezan a modificar los valores, no hay datos claros. Los dueños de campos, que aceptaron una merma en los kilos obtenidos en las campañas anteriores, parecen tener la pretensión de obtener un valor mayor, hecho que generan fricciones en la renovación de los contratos“, manifestó Salaverri.

Por su parte, Jorge Chemes, titular de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), manifestó que ya “hay casos que han aumentado” los valores pactados en los contratos de locación de campos en los últimos años. En esa provincia, los propietarios no obtendrían más de 1.000 kilos de soja por hectárea en los mejores campos, al tiempo que los acuerdos pasarían de 600 o 700 kilos a un volumen de 900 kilos.

Si bien hay locatarios que estarían abonando un monto equivalente a 1.300 kilos, en la provincia de Buenos Aires o Córdoba ofrecerían un precio promedio de entre 900 a 1.000 kilos.

Tras haber optado por recortes de 25 a 30% en los últimos contratos, los dueños de campos buscan recomponer los valores en un porcentaje similar, con el ajuste de sus alquileres dada la superación de la tónica contractiva que registró la actividad agrícola en los últimos cuatro años.

El nuevo escenario planteado por el alza en las materias primas agrícolas y las medidas oficiales adoptadas, tales como la eliminación de las retenciones, los ROE y el cepo cambiario, junto a la devaluación, alienta con fuerza a mejorar los contratos.

En tanto, desde la producción se busca atenuar esta demanda al referir el encarecimiento que sufrió el sector en la primera parte del 2016, con ajustes en el costo de los insumos, combustibles y servicios de gas y electricidad.

Fuente: Supercampo.