Se multiplicó por 5 la diferencia de lo que paga el consumidor y lo que recibe el agro

La diferencia entre el precio que pagó el consumidor en góndola por productos agropecuarios en marzo se multiplicó 5,6 veces respecto de lo que recibió el productor en el campo, aseguró ayer un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).


Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de CAME sobre una canasta de 20 alimentos agropecuarios, la naranja y el arroz fueron los productos que mostraron mayor disparidad en su valor.
La entidad señaló que el IPOD «se mantuvo estable en marzo en relación a febrero».
Indicó que en la canasta ganadera relevada (huevo, carne de pollo, carne de ternera y leche), el IPOD «mejoró 5,5% en marzo y la brecha se redujo a 3,8 veces».
La entidad explicó que ‘a pesar del aumento importante que tuvieron los precios al público de muchos de los productos agrícolas en el tercer mes del año, la brecha se mantuvo sin cambios frente a febrero porque mejoraron simultáneamente los precios recibidos por el productor».
El informe indicó que «de los 20 alimentos agrícolas que integran la canasta del IPOD relevados durante la segunda quincena de marzo, en 11 aumentó el precio de origen, en 13 aumentó el valor de destino y en 9 mejoró la brecha entre ambos».
De todos modos, advirtió que «en parte por factores estacionales y por las distorsiones propias de las cadenas de frutas y verduras, existen productos cuyas diferencias de precios siguen siendo elevadas». Precisó que en el caso del arroz, la diferencia entre el precio de origen y destino fue de 11,26 veces, y en la naranja la brecha alcanzó a 10,33 veces provocada por el ajuste en los precios pagados al productor».
Detrás se ubicó la manzana roja con una brecha de 9,74 veces); la acelga (8,86 veces); la pera (8,42 veces) y la frutilla (7,92 veces).
El estudio puntualizó que los productos donde menos se multiplicaron los precios desde que salieron del campo fueron el repollo, con una brecha de sólo 2,43 veces; la lechuga, con una diferencia de 2,93 veces; la mandarina (3,17 veces) y la berenjena (3,54 veces).
La CAME planteó que en las disparidades de precios en la Argentina se detectan «problemas estructurales y comportamientos especulativos que explican por qué lo que paga el consumidor multiplica en tantas veces al costo del producto en el campo».
«Los altos costos de logística y fletes, la elevada carga fiscal, los abusos de muchos intermediarios y hasta las especulaciones y oligopolios en la oferta en el eslabón comercial generan abultados márgenes que explican la evolución irracional que muchas veces tienen los precios», concluyó CAME.