SOCIEDAD RURAL DE RIO CUARTO PIDIO FRENAR ATAQUES CONTRA SILO BOLSAS EN LOS CAMPOS.

Coincidiendo con expresiones de las entidades nacionales, en Río Cuarto Eduardo Bagnis dijo que llama la atención que estos ataques ocurran cuando el Gobierno aumenta su hostigamiento para que se venda la soja.
La Sociedad Rural de Río Cuarto expresó su repudio a los progresivos ataques en contra de establecimientos agropecuarios, donde se produce la rotura de silos bolsa con el sólo propósito de dañar la calidad de los granos, sin intención de robo.
El último de estos hechos y que llamó más la atención de la Rural por su cercanía, ocurrió el pasado viernes en el campo de Luis Dillon, productor agropecuario de Idiazábal, en cercanías de Villa María. Días atrás se denunciaron casos similares en La Pampa y en Buenos Aires.
En tal sentido, el presidente de la Rural, Eduardo Bagnis, expresó su preocupación por la animosidad creciente en contra de los productores que están generando las declaraciones de miembros del Gobierno nacional, acusándolos de no querer vender los granos que tienen ensilados. «Llama muchísimo la atención que se estén realizando estos ataques en momentos en que desde el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al ministro de Economía, Axel Kiccilof, y personajes tan siniestros como Luis Delía, se acusa al campo de preferir perder dinero por la baja del precio de la soja, antes que desprenderse de ella y generar divisas para el país», afirmó, para manifestar que ya están cansados de aclarar a todo el mundo que el bajo precio es el mal menor que sufren los productores: «El hombre de campo está acostumbrado a las variaciones de precios, pero ahora soportamos también la presión de las retenciones y del impuesto inflacionario, más un desdoblamiento cambiario que nos hace vender a un dólar de $9 y comprar insumos con un dólar de más de 15 pesos. Eso es peor que una baja en las cotizaciones».

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El problema, para Bagnis, es que con la denominada ley de abastecimiento, las actuaciones de la AFIP –siempre lista para visitar a los productores- y el «apriete» mediático, se quiere obligar a mal vender los granos, que son su moneda de cambio, mientras que también se los ataca desde otros flancos para obligarlos a contratar tal o cual transporte y no sería extraño que pronto se les indique a quién vender sus granos o a quién comprar los insumos que necesitan para seguir trabajando.
«Todo esto, explicó, en un marco de inseguridad generalizada y de atropello hacia derechos constitucionales como el de la propiedad, como fuera denunciado en reiteradas oportunidades por las entidades del campo, como la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina, que esta semana se solidarizaron con el productor de Idiazábal, como ya lo habían hecho en su momento con los ataques anteriores a campos con silos bolsa», afirmó.

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Finalmente, Bagnis hizo alusión a declaraciones del propio Dillon, quien dijo que su propiedad venía sufriendo ya ataques menores, que se desencadenaron ahora con la rotura de tres grandes silos bolsa donde había 500 toneladas soja, mientras que otros que tenían trigo y girasol sufrieron cortes de menor magnitud. «Los ataques van en aumento ante la mirada indiferente del Gobierno y la pasividad del resto de la sociedad que, lamentablemente, también está soportando las consecuencias de la falta de una política económica seria, coherente, de reglas claras y sostenida en el tiempo».