Soja 2017: arrancó la venta de semillas sin blindaje para semilleras líderes

La nueva ley prometida por el gobierno ni llegó al Congreso. Incertidumbre en el agro.

«Monsanto le ofreció a uno de mis clientes mantener el contrato firmado el año pasado para venderle semillas, con control sobre el tonelaje producido y fuertes bonificaciones por pago adelantado», cuenta Fernando Botta, corredor de granos de Agrobroker. Es que la venta de semillas de soja para la nueva campaña 2016/2017 arrancó en estos días sin la prometida y ampliamente debatida nueva ley de semillas y por eso hay mucha incertidumbre entre los productores sobre las reales reglas de juego actuales para comprarlas.

 

Lo que ocurre es que como en la práctica no se llegó a una solución de fondo de cómo controlar que el productor no se apropie sin pagar de la tecnología intacta RR2, Monsanto está volviendo a pedir a los productores que abonen un canon por el uso de su gen (más allá del pago que hagan al comprar la bolsa de semilla, que luego pueden multiplicar) y por eso, otra vez, los exportadores de granos están pidiendo en la Bolsa que el productor que le venda soja de la próxima campaña lo tenga abonado.

 

Es que la resolución 187 del Ministerio de Agroindustria lo que hizo fue desactivar la red de cobro privada montada por Monsanto estableciendo que es el Estado (a través del Inase) quien se haría cargo del control del origen de la semilla, obligando a que se analicen todo los camiones con soja que lleguen a acopio y puertos cargando los resultados en el sistema Bolsatech. Y como el INASE cruzará esa información con los datos de Afip, en la práctica se trata de una medida que viene a combatir el uso de semilla no fiscalizada. Pero como no resuelve el control del pago de la biotecnología, Monsanto sigue buscando como solucionarlo por su cuenta.

 

Es así que, según pudo saber punto biz de semilleros que venden Intacta RR2 Pro, está muy activa la venta a los productores de «canon por el uso del gen», que viene con amplios descuentos si se abona antes de septiembre y si además se compra junto con la bolsa de semillas. Es lo que en la jerga se llama el PACI, o «pago anticipado del canon por Intacta», que el productor puede abonar ahora por tonelaje o cantidad de hectáreas a producir. De esa forma, cuando su grano llegue al puerto y al analizarlo salta que tiene el gen de Monsanto, el productor ya lo tiene abonado. Por el contrario si no tiene ese canon, al enterarse Monsanto se lo cobrará.

 

Los tiempos apremian ya que a mediados de octubre arranca la siembra de soja de primera de ciclo corto y además como en la zona no quedó buena calidad de semilla de soja por las inundaciones la oferta es más escasa. Para colmo, ante la falta de agua el productor necesita tener todo listo porque apenas llueva va a querer entrar a sembrar.

 

«A este ritmo tengo serias dudas de que lleguemos con la nueva ley de semillas para la próxima campaña», advierte Jorte Solmi, director de Federación Agraria. «Todavía el proyecto no se presentó oficialmente en el Congreso. Y como va a tener amplio tratamiento en Diputados -ya que a nosotros nos dijeron que habrá debate y que se introducirán cambios porque no se votará a libro cerrado- es muy factible que no se llegue para fin de año; y después vienen las vacaciones y así el año que viene estaremos igual que en marzo de este año cuando estalló el problema», se quejó el ruralista.

 

Finalmente, Botta propuso que «ante tanta incertidumbre, lo que tiene que hacer el gobierno cuanto antes es sacar una aclaración sobre cómo son las condiciones comerciales existentes este año para la compra de semillas».