Soja: cómo salir a cosechar, a pesar del mal clima

Los daños en las plantas, chauchas y granos causados por el exceso hídrico demandan una reactivación de las labores a campo. En este contexto, el INTA brinda recomendaciones técnicas para calibrar las maquinarias y afrontar la contingencia.

Soja: cómo salir a cosechar, a pesar del mal clima

Por estos días, el campo se enfrenta a las consecuencias de uno de los abriles más lluviosos de los últimos casi 50 años. Las abundantes precipitaciones generaron serias complicaciones: demoran la cosecha de plantas en proceso de descomposición, con chauchas húmedas, abiertas y granos brotados. En este contexto de emergencia, técnicos del INTA brindan una serie de recomendaciones para cosechar cuando el clima no da tregua.

A fin de reducir las pérdidas, Hernán Ferrari –especialista en tecnologías de cosecha del INTA Concepción del Uruguay, Entre Ríos– aseguró que “se deberán aprovechar los pocos momentos de tregua que el clima ofrece para ingresar con las máquinas a los lotes a cosechar”.

Para esto, Ferrari aconsejó “preparar la máquina para transitar sobre un suelo con muy baja capacidad portante, ajustada para que corte las plantas debilitadas y con chauchas de fácil apertura”.

“Además, deberá ser regulada para poder alimentar eficientemente su sistema de trilla con material húmedo y calibrada para poder limpiar eficientemente el grano de entre materiales con peso específico similares”, agregó.

En cuanto a la transitabilidad, Ferrari aconsejó reducir la presión de inflado de los neumáticos, entre un 20 y un 30 % de lo normal y, así, se obtendrá un efecto vórtice sobre el centro del neumático que aumentará su flotabilidad.

“Siempre será preferible y recomendable que la máquina este configurada con neumáticos radiales –50 % menos de inflado– y de disposición dual o trial por eje, es decir con los neumáticos externos más desinflados y gastados que el interno”, detalló.

En esta línea, subrayó: “La capacidad portante del suelo es proporcional al tiempo en que la cosechadora permanezca sobre él” y recomendó “llevar una buena velocidad de avance de cosecha –entre los 7,5 y los 8 Km/h– para evitar la formación de excesivos frentes de ondas en el suelo, causante de excesivos esfuerzos de rodadura y empantanamientos”.

Otro aspecto destacado que mejora la flotabilidad de la máquina es evitar cargar la tolva con la máxima capacidad de granos y el acompañamiento de los equipos de apoyo durante la descarga.

Para estas situaciones, Ferrari aconsejó trabajar, como máximo, hasta la mitad de la tolva y descargar en los lugares menos comprometidos, como cabeceras o lomas. Así, se reduce la presión específica sobre el suelo hasta en un 30 por ciento lo que puede ser clave para garantizar la transitabilidad.

Con respecto al sistema de corte y entrega molinete, Ferrrari explicó que “por más que la máquina avance a su máxima velocidad, las revoluciones de giro del molinete deberán limitarse a un rango de entre un 10 y un 15 % de la velocidad de avance”.

“Es que las chauchas se encuentran muy propensas a abrirse, por lo que un mínimo golpe del molinete sobre ellas provocará grandes pérdidas”, detalló el especialista.

En el caso de que se observe una mala alimentación del sinfín concentrador o lona draper se deberá retraer unos 10 o 15º las púas del molinete y ubicar el centro circular del molinete a entre unos 10 y 15 cm por delante de la punta de las cuchillas de la barra de corte.

En esta línea, Ferrari advirtió sobre la necesidad de “prestar especial atención al desgaste y ajuste de la barra de corte”. Por este motivo, la luz entre la cuchilla y la contra-cuchilla, y entre barra porta cuchillas y placa de desgaste será de 0,5 mm.

Asimismo, el especialista se refirió al sistema de trilla y explicó que “para obtener una alimentación uniforme, sin enredos ni bolos se debe optimizar la altura de la espira del sinfín concentrador respecto del piso de la batea del cabezal de acuerdo a la altura representada por una pirámide de chauchas de la soja a cosechar”.

A su vez, indicó la importancia de una correcta tensión de las cadenas del acarreador para lograr una entrada uniforme y constante del material hacia el interior del sistema de trilla.

A fin de asegurar el correcto funcionamiento del sistema de trilla, Ferrari explicó: “Será primordial que su apertura sea el doble a la entrada que a la salida”. Es que el trabajo en condiciones de humedad debe ser más agresivo, con mayores revoluciones de cilindro y menor luz de apertura con el cóncavo.

Finalmente, subrayó la necesidad de realizar una muy buena regulación del sistema de limpieza por tamaño, para luego poder ajustar por peso con el viento.