Tamberos aún esperan por promesas incumplidas de Gobierno e Industria.

Los compromisos asumidos por el Estado nacional y las industrias no se cumplieron en tiempo y forma.

Los frentes de tormenta se multiplican para el gobierno nacional. En gran medida, por los problemas heredados de un kirchnerismo cuyo relato se empeñó en negar una realidad acuciante para el país.

tambo

Sin embargo, no parece ser ésta la única causa de tantos inconvenientes. A este contexto plagado de contratiempos, se le debe sumar una serie de decisiones titubeantes del actual gobierno, con anuncios que luego debieron ser replanteados o que, simplemente, no terminaron de materializarse.

Un ejemplo en este sentido es lo que viene sucediendo con el sector tambero. A principios de enero, el gobierno nacional anunció en Venado Tuerto una serie de medidas de apoyo para este sector, que incluían compensaciones y ayudas crediticias.

Se dijo que el Estado nacional otorgaría 40 centavos por litro de leche para los primeros 3.000 litros mensuales de cada tambo, de manera de garantizar un ingreso de 3 pesos por litro para el productor. Pero para que esta ecuación fuera posible, las industrias lácteas se comprometieron a mantener los precios que pagaban a los productores a valores de diciembre pasado, elevándolos a partir de los pagos a realizar en febrero.

Finalmente, aquel anuncio gubernamental incluía una línea de financiamiento de 600 millones para capital de trabajo, con tasas subsidiadas entre la Nación y las provincias involucradas (Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Santiago del Estero, Entre Ríos y La Pampa).

Sin embargo, un mes y medio después la realidad indica que la situación de los productores se torna dramática y que, en gran medida, aquellos compromisos fijados durante la primera semana de enero nunca se cumplieron.

Las entidades que nuclean a los tamberos acaban de enviar una carta al presidente Mauricio Macri, en la que le advierten de esta situación y reclaman que se declare la emergencia para el sector. Según los productores, no recibieron en tiempo y forma los 40 centavos comprometidos por el Estado y mucho menos los precios acordados con el sector industrial.

Una vez más, los productores reclaman al gobierno nacional que se convoque con urgencia a todos los integrantes de esta cadena para acordar herramientas de coyuntura y definiciones estructurales.

La provincia de Santa Fe es una de las más afectadas por esta situación crítica, ya que junto a Entre Ríos, Buenos Aires, Córdoba y parte de Santiago del Estero, forma parte de la principal cuenca lechera del país.

Lo que resulta inadmisible es que mientras las industrias pagan cada vez menos por cada litro de leche a los productores, los consumidores deben hacer frente al continuo incremento de los precios de los productos lácteos en las góndolas de los supermercados.

Productores y consumidores siguen siendo los principales perjudicados, en una cadena evidentemente ineficiente en la que uno o más eslabones no está asumiendo las consecuencias de una situación crítica para el sector.

Desde el gobierno de Santa Fe se insiste en la necesidad de que cada uno de los integrantes de esta cadena -productores, transportistas, industriales y supermercadistas- brinde información transparente sobre sus números, de tal manera que sea posible detectar dónde se producen las distorsiones.

Sin embargo, esto que en teoría suena a sentido común, no es posible de llevar a la práctica en la Argentina.

Fuente: Lechería Latina.