Un ensayo de INTA Manfredi demuestra que una segadora se amortiza en un año.

En un campo de 60 hectáreas de alfalfa para la producción de ganado de carne, una segadora se amortiza en un año

 Así lo demostró un ensayo a campo realizado por el grupo de técnicos del Módulo Tecnologías de Forrajes Conservados en INTA Manfredi, donde se evaluó comparativamente el trabajo de una una segadora y una cortadora rotativa tipo hélice.

segadora

El ensayo plantea con tres hipótesis las principales ventajas que otorgan el uso de un sistema de corte a disco con acondicionado respecto a las hélices, pero que hasta el momento eran considerados mitos por no contar con una prueba a campo que le otorgue fundamento.

La tecnología de las corta-hileradora con acondicionador, conocida como segadoras, llegó a Argentina en la segunda mitad de la década del ’90 y desde entonces son muchos los estudios realizados sobre la conveniencia de su aplicación, las ventajas agronómicas y la amortización de los equipos. Sin embargo, hasta el momento no se habían logrado conclusiones claras y contundentes sobre la utilización de esta tecnología como lo manifiesta este comparativo.

Federico Sánchez, técnico de INTA Manfredi integrante del equipo que realizó el ensayo, explicó que la prueba comparativa entre ambas tecnologías se realizó en base a tres hipótesis fundamentales, “la primera sostiene que el sistema de corte a discos con cuchillas cortas de las segadoras acondicionadoras permite una mayor velocidad de impacto contra la pastura, lo que

genera un corte neto de los tallos y, consecuentemente, un acelerado en la velocidad de rebrote, lo que repercute en el incremento de la producción de Materia Seca por hectárea”.

La otra presunción analizada, según el integrante del equipo técnico, es quela barra de corte -compuesta de platos con cuchillas cortas- produce un mínimo repicado, contrario al de las hélices que poseen un diseño de dos grandes rotores con cuchillas largas -que al girar hacia adentro y en sentido contrario hacen que las cuchillas tomen contacto en más de una ocasión con el forraje-“. De esta manera, explicó Sánchez, “el repicado de la hélice deja el material con trozos cortos de tallos y gran cantidad de hojas sueltas que se convierten en pérdidas por la imposibilidad de ser recolectado por la máquina encargada de hacer el rollo, fardo o megafardo -rotoenfardadora o megaenfardadora-“.

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Y por último, la hipótesis restante, establece que “las bandejas de corte de bajo perfil de las segadoras generan un flujo de forraje que permite el uso de los acondicionadores mecánicos, los cuales incrementan la velocidad de secado del material por dejar vías de escape abiertas al agua contenida en los tejidos” explicó Federico Sánchez. De este modo se acelera la pérdida de humedad de las pasturas tratadas, bajando la tasa de respiración y reteniendo mayor cantidad de nutrientes solubles, lo que se traduce en la disminución de Fibra de detergente Ácido (FDA) y Fibra de detergente Neutro (FDN), con un incremento del valor nutricional de los forrajes.

De esta manera sería simple pensar en la conveniencia del uso de cortadoras acondicionadoras, en el logro de forrajes conservados con menos FDN (que es la celulosa, la hemicelulosa y lignina presente en el material vegetal), más digestibilidad, mayor cantidad de Energía Metabolizable (EM) para producción de leche o de carne.

Gastón Urrets Zavalía, miembro del equipo que llevó adelante el ensayo, señaló que el principal objetivo de esta prueba a campo “fue transformar estas hipótesis, que hasta ahora son consideradas como mitos o supuestos en la producción del heno sin conclusiones valederas, en ventajas probadas que muestren los beneficios de la adopción de segadoras con acondicionador”.

La otra presunción analizada, según el integrante del equipo técnico, es quela barra de corte -compuesta de platos con cuchillas cortas- produce un mínimo repicado, contrario al de las hélices que poseen un diseño de dos grandes rotores con cuchillas largas -que al girar hacia adentro y en sentido contrario hacen que las cuchillas tomen contacto en más de una ocasión con el forraje-“. De esta manera, explicó Sánchez, “el repicado de la hélice deja el material con trozos cortos de tallos y gran cantidad de hojas sueltas que se convierten en pérdidas por la imposibilidad de ser recolectado por la máquina encargada de hacer el rollo, fardo o megafardo -rotoenfardadora o megaenfardadora-“.

Y por último, la hipótesis restante, establece que “las bandejas de corte de bajo perfil de las segadoras generan un flujo de forraje que permite el uso de los acondicionadores mecánicos, los cuales incrementan la velocidad de secado del material por dejar vías de escape abiertas al agua contenida en los tejidos” explicó Federico Sánchez. De este modo se acelera la pérdida de humedad de las pasturas tratadas, bajando la tasa de respiración y reteniendo mayor cantidad de nutrientes solubles, lo que se traduce en la disminución de Fibra de detergente Ácido (FDA) y Fibra de detergente Neutro (FDN), con un incremento del valor nutricional de los forrajes.

De esta manera sería simple pensar en la conveniencia del uso de cortadoras acondicionadoras, en el logro de forrajes conservados con menos FDN (que es la celulosa, la hemicelulosa y lignina

para presente en el material vegetal), más digestibilidad, mayor cantidad de Energía Metabolizable producción de leche o de carne.

Gastón Urrets Zavalía, miembro del equipo que llevó adelante el ensayo, señaló que el principal objetivo de esta prueba a campo “fue transformar estas hipótesis, que hasta ahora son consideradas como mitos o supuestos en la producción del heno sin conclusiones valederas, en ventajas probadas que muestren los beneficios de la adopción de segadoras con acondicionador”.

Fuente: INTA Manfredi