La especialista Catalina Boetto brindó un diagnóstico crítico sobre el sector, señalando que la situación productiva se mantiene igual que hace 40 años. El futuro, afirmó, requiere previsibilidad, reglas claras, un esquema de impuestos razonables y el liderazgo de las nuevas generaciones.
Una de las protagonistas de la Expo Ganadera del Centro, que se realizó en Córdoba fue Catalina Boetto, especialista en producción ganadera, quien analizó el presente y futuro del sector cordobés. Bajo el título “Construyendo Eficiencia: el rol de la tecnología, la genética y las personas en la producción ganadera”, Boetto planteó la necesidad de un diagnóstico «sin maquillaje» para situar a Córdoba en el mapa ganadero.
La intención de la disertación fue clara: evitar idealizaciones o «vanagloriarnos de algo que no somos», y analizar qué se produce, cuánto se produce, la capacidad de faena existente y hacia dónde debe mirar la actividad.
Un diagnóstico de cuatro décadas
Boetto no dudó en ofrecer una visión crítica sobre la evolución del sector, asegurando que “La situación es la misma que hace 40 años. Igual”. Sin embargo, la especialista se mostró «muy optimista» porque considera que esta realidad puede cambiar «muchísimo».
Para la especialista, tanto Córdoba como el país poseen una potencialidad enorme que aún no se ha materializado en resultados productivos. El futuro de esta actividad dependerá de la capacidad de aprovechar esta potencialidad y las oportunidades que ofrece el país.
Exigencias globales y políticas de largo plazo
La experta remarcó que los desafíos clave de la ganadería están determinados por las tendencias globales. Esto incluye la necesidad de producir carne de calidad, responder a mercados cada vez más exigentes, incorporar tecnologías, especialmente en la conservación de forrajes, y asegurar el cuidado del ambiente. El camino a seguir, señalado en distintas disertaciones de la Expo, es el de lograr alimentos de calidad, aplicar genética con valor agregado y desarrollar sistemas sustentables.
Para que el sector pueda avanzar por este camino, se requieren condiciones macroeconómicas esenciales. Boetto enfatizó que la ganadería necesita previsibilidad, reglas claras y políticas de largo plazo que se sostengan en el tiempo. Si bien se ha hablado de un “boom ganadero” en la región, la especialista advirtió que no debe confundirse este buen año con un cambio en la matriz productiva: “Falta todavía mucho camino por recorrer”.
La clave está en los jóvenes y la eficiencia
Consultada sobre quién impulsará la transformación, Boetto fue categórica: el verdadero cambio y la ganadería moderna vendrán de los jóvenes y de personas de otros rubros que se involucren con ideas diferentes. La especialista subrayó que “Hacer las cosas iguales, ya vimos cómo nos iba”.
Asimismo, desestimó que los altos precios sean la solución por sí solos. Según Boetto, como ya lo han señalado otros analistas, no se incrementan las ganancias solo con precios elevados, sino “cuando se produce bien y en un país ordenado, equilibrado y con impuestos razonables”.
El mensaje central dejado a los asistentes es que el futuro de la ganadería no es solo una cuestión de oportunidades externas, sino de la capacidad interna para aprovecharlas. Con la tecnología, el conocimiento y la genética disponibles, el desafío es construir eficiencia, profesionalizar los sistemas y generar una identidad productiva que ubique a Córdoba y Argentina donde el mundo lo exige.
La Expo Ganadera del Centro, en su primera edición, se consolidó como el escenario para proyectar una visión de largo plazo que combine la innovación, la sustentabilidad y el valor agregado en la cadena de carnes.