Supra: La Clave genética y económica para fortalecer el Maíz tardío

Un evento virtual inédito denominado “Tardío al frente”, organizado por SUPRA Semillas —la nueva marca de maíz de GDM para Sudamérica—, congregó a especialistas y referentes nacionales para debatir a fondo sobre los desafíos y las oportunidades del cultivo de maíz tardío. La jornada generó un caudal de información técnica crucial orientada a optimizar la productividad, la sanidad, la estabilidad y el potencial de producción tanto de granos como de carne y leche en las zonas maiceras de Argentina.

En la apertura, Justo MacLoughlin, Federico Larrosa y Santiago Felizia, gerentes de SUPRA, destacaron la solidez de la marca dentro del grupo GDM y su compromiso con el productor. Subrayaron que el objetivo es lograr el mejor resultado posible mediante la combinación de genética y manejo agronómico, estando «juntos en el campo» para potenciar la productividad y la estabilidad.

La marca SUPRA, que significa espíritu de superación y resultados de excelencia, nace como parte de la estrategia de GDM para liderar el negocio de maíz en Sudamérica. Su origen se vincula a la adquisición del negocio de maíz de KWS, un primer paso que abrió la puerta a una transformación mayor, que incluye la integración de una base genética sin precedentes, ampliada con la reciente incorporación de AgReliant en Estados Unidos. Este proceso dota a la marca de un germoplasma más diverso y robusto, capaz de responder a los desafíos productivos de la región y más allá.

Desafíos Ambientales y el Rol Crucial de la Sanidad

El bloque de sanidad identificó al manejo de enfermedades y plagas como los dos parámetros más desafiantes del maíz tardío. Los Ingenieros Agrónomos Fernando Guerra, Roberto De Rossi y Roberto Peralta advirtieron que la siembra tardía le ofrece al maíz un ambiente «muy conducente para el desarrollo de enfermedades». La recomendación principal fue trabajar con umbrales dinámicos y analizar los pronósticos climáticos, con el fin de mantener sanos los órganos que generan rendimiento durante el mayor tiempo posible.

En la actualización sobre Dalbulus maidis (chicharrita), los expertos concluyeron que la elección del híbrido por su tolerancia genética es un factor central. Se sugirió concentrar la fecha de siembra en las de menor riesgo y complementar estas acciones con monitoreo temprano y manejo preventivo utilizando insecticidas.

El Maíz Tardío como Revolución Agronómica

Los Ingenieros Octavio Caviglia, Nicolás Neiff y Fernando Giachetti analizaron el manejo agronómico, destacando que el maíz tardío «revolucionó al cultivo,» permitiendo la siembra incluso en zonas marginales. El manejo debe definirse según el ambiente y el rendimiento esperado, planteando escenarios defensivos o de alto rendimiento. Esto incluye factores cruciales como la densidad, los nutrientes, y la elección del híbrido y la fecha de siembra.

En la planificación estratégica para silaje, el ingeniero Héctor López abordó los requerimientos específicos del maíz para generar “más leche, más carne”. Destacó la importancia del mejoramiento genético para silo, aclarando que si bien el grano representa el 50% de la planta, el resto también debe ser de buena calidad para la alimentación animal.

Perspectiva Económica: Estabilidad Frente al Riesgo Global

Para finalizar la jornada, el economista Sebastián Salvaro expuso sobre las perspectivas globales y locales. Salvaro afirmó que, aunque el maíz global entra en una fase de «abundancia relativa,» esta está marcada por importantes riesgos climáticos y geopolíticos.

En este contexto de volatilidad, el maíz tardío ofrece una ventaja estratégica sólida para Argentina: genera menor riesgo, mayor estabilidad y flexibilidad comercial. Además, esta modalidad mejora el flujo de fondos del productor. Salvaro aconsejó a los productores escalonar las ventas, utilizar coberturas simples (puts/calls/forwards), y concluyó que la combinación de la capacidad exportadora estructural de Argentina y el timing único del tardío la convierten en una ventaja estratégica decisiva.

El maíz tardío, de esta manera, actúa como un «seguro» estratégico. Al igual que un paraguas que se abre cuando el pronóstico es incierto, ofrece menor riesgo y mayor estabilidad económica justo cuando los mercados globales se vuelven más inestables y «lluviosos» por los factores geopolíticos y climáticos.