Con la Región Pampeana a la vanguardia, la agricultura de precisión busca superar brechas culturales y técnicas. Plataformas como xarvio® FIELD MANAGER emergen como soluciones clave para integrar información y mejorar la sustentabilidad del sector.
La digitalización del agro argentino atraviesa un momento de expansión acelerada, especialmente en la Región Pampeana, donde se concentra el 86,5% de los establecimientos que ya aplican Agricultura de Precisión (AP). Sin embargo, este despliegue tecnológico enfrenta un obstáculo fundamental: la dificultad de convertir el enorme volumen de datos generados en el campo en decisiones agronómicas concretas y efectivas.
Un mapa de bits y surcos
El avance de la infraestructura de hardware en el país es notable. Actualmente, las provincias de Córdoba (28,1%), Buenos Aires (27,8%) y Santa Fe (23,2%) lideran la adopción tecnológica. Un dato que ilustra esta capacidad es que aproximadamente el 95% de las cosechadoras cuentan con monitores de rendimiento, lo que permite realizar manejos sitio-específicos y dosificaciones variables.
A pesar de que el 47% de la superficie agrícola nacional ya está documentada con herramientas de monitoreo y existen más de 12 mil máquinas conectadas enviando datos de 18 millones de hectáreas, persiste la denominada “brecha datos-decisión”. Según el Ing. Juan Pablo Cosentino, el desafío actual es operativo: no basta con tener la información, sino que es necesario procesarla para actuar bajo el Paradigma 4.0, que permite simular escenarios productivos para predecir y prescribir con precisión.
Barreras y beneficios: el valor de la asistencia técnica
Uno de los principales frenos para el uso pleno de estas herramientas es la baja asistencia técnica, ya que solo el 34% de los establecimientos recibe asesoramiento externo especializado. A esto se suman los altos costos iniciales para explotaciones pequeñas, la falta de conectividad en zonas rurales y una barrera cultural que incluye la resistencia al cambio y la desconfianza sobre la privacidad de los datos.
No obstante, los beneficios económicos y ambientales son contundentes:
• Ahorro en herbicidas: Se han reportado reducciones de hasta un 80% mediante aplicaciones selectivas.
• Rentabilidad: Casos documentados muestran ahorros de entre 32 y 34 dólares por hectárea.
• Competitividad: La digitalización genera una “huella digital” del cultivo, aportando trazabilidad y una propuesta de valor superior en los mercados.
Plataformas integradas: el rol de xarvio®
Para evitar que los productores utilicen herramientas de forma aislada —una tendencia que afecta al 92% de los usuarios—, plataformas como xarvio® FIELD MANAGER proponen un enfoque holístico. Estas herramientas permiten integrar funciones como el Mapeo Digital de Malezas asistido por drones y el Spray Timer, facilitando una planificación operativa más sencilla e intuitiva.
El éxito de esta transformación depende también del factor humano. Por ello, la presencia de consultores digitales en el territorio es vital para acompañar al productor en la interpretación de datos y maximizar el retorno de inversión. Asimismo, la empresa BASF destaca el papel de los contratistas rurales, quienes manejan más del 60% del mercado argentino, como actores estratégicos para consolidar un modelo agrícola eficiente, sustentable e inclusivo.


