Argentina ha prometido una apertura de mercado «generosísima» a productos y servicios estadounidenses, concediendo más rubros de acceso inmediato que la anticipada ampliación de la cuota de carne vacuna
La Casa Blanca difundió el primer anuncio formal de un acuerdo comercial, denominado Marco para profundizar la cooperación bilateral en materia de comercio e inversión, entre las gestiones de Donald Trump y Javier Milei, buscando impulsar el crecimiento a largo plazo y ampliar oportunidades. Aunque el acuerdo se habría finiquitado con la visita del canciller argentino Pablo Quirno a Washington, los detalles revelados sugieren que la apertura de Argentina a los productos y servicios norteamericanos es mayúscula y abarca múltiples rubros, no solo el agropecuario.
El tema de mayor interés nacional para Argentina es la ampliación de la cuota de exportación de carne vacuna a Estados Unidos. Si bien el acuerdo establece que ambos países se han comprometido a mejorar las condiciones de acceso bilateral y recíproco a los mercados de carne de res, no detalla la cifra final. No obstante, existe la expectativa de que el cupo se cuadruplique, pasando de las 20.000 toneladas actuales a 80.000 toneladas.

La cuota actual de 20.000 toneladas representa un negocio de unos 150 millones de dólares al año. Si la cifra se eleva a 80.000 toneladas, los ingresos en divisas podrían alcanzar hasta 600 millones de dólares. Esta nueva cuota americana, si se confirma, podría convertirse en un negocio superior a la histórica Cuota Hilton para Europa. Este beneficio, sin embargo, parece ser «demasiado poco» en función de las múltiples concesiones que la Argentina ha hecho a los Estados Unidos.
Apertura y concesiones agropecuarias clave
Bajo el capítulo de Acceso a los mercados agrícolas, el gobierno de Trump confirmó que, a cambio de una mayor cuota de carnes, Argentina ha abierto significativamente su mercado.
Los principales compromisos argentinos en el rubro incluyen:

- Ganado y Aves: Argentina ya ha abierto su mercado al ganado bovino vivo estadounidense y se comprometió a permitir el acceso al mercado de las aves de corral estadounidenses en el plazo de un año.
- Lácteos y Porcinos: Argentina simplificará los procesos de registro para la importación de carne de res, productos cárnicos, vísceras y productos porcinos estadounidenses. Además, ya no exigirá el registro de instalaciones para las importaciones de productos lácteos de Estados Unidos.
- Denominaciones: Se acordó no restringir el acceso al mercado de los productos que utilizan ciertas denominaciones para quesos y carnes.
En términos de aranceles, Argentina otorgará acceso preferencial a los mercados estadounidenses para una amplia gama de productos, incluyendo ciertos medicamentos, productos químicos, maquinaria, productos de tecnología de la información, dispositivos médicos y vehículos automotores, además de productos agrícolas.

Eliminación de barreras y alineación regulatoria
El acuerdo también implica una profunda alineación regulatoria y la eliminación de barreras no arancelarias por parte de Argentina.
- Regulaciones: Argentina eliminará numerosas barreras no arancelarias que restringían el acceso, tales como las licencias de importación. Además, se ha comprometido a no exigir formalidades consulares para las exportaciones estadounidenses y eliminará gradualmente el impuesto estadístico a los productos de ese origen.
- Estándares: Argentina permitirá el ingreso de productos estadounidenses que cumplan con las normas estadounidenses o internacionales aplicables sin requisitos adicionales de evaluación de la conformidad. Un ejemplo claro es la aceptación de los certificados de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y las autorizaciones previas de comercialización para dispositivos médicos y productos farmacéuticos. Esto está en línea con la tendencia a incluir a Estados Unidos como país “equivalente” en materia de agroquímicos, fertilizantes o productos veterinarios.
Propiedad intelectual y soja
En el área de Propiedad intelectual, la Argentina se comprometió a abordar los desafíos estructurales señalados en el Informe Especial 301 de 2025 de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR). Estos desafíos incluyen los criterios de patentabilidad, el retraso en la tramitación de patentes y las indicaciones geográficas, buscando armonizar su régimen con las normas internacionales. Históricamente, Estados Unidos ha solicitado que las variedades vegetales puedan ser patentadas, una controversia en el agro argentino.
Un punto relevante para el sector primario es el compromiso de que ambos países acordaron trabajar para estabilizar el comercio mundial de soja. Esto se da en un contexto donde EE. UU. busca colocar un excedente gigantesco de soja.
Finalmente, el acuerdo enmarca una alineación en materia de seguridad económica donde Argentina intensificará la cooperación con Estados Unidos para combatir las políticas y prácticas no mercantiles de otros países. Esto sugiere una posición contraria a países como China, que son grandes compradores de productos agropecuarios argentinos.
Estados Unidos y Argentina trabajarán «con celeridad» para finalizar el texto y llevar a cabo las formalidades internas antes de su entrada en vigor. Representantes del sector agroindustrial, como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Sociedad Rural Argentina (SRA), valoraron la iniciativa orientada a fortalecer la inserción internacional, pero están a la espera de los detalles finales del texto para evaluar su impacto técnico en las cadenas agroindustriales.






