Los climatólogos esperan precipitaciones a partir del sábado y luego para la semana que viene; no obstante, alertan que continuarán las pérdidas de rendimiento y área cosechable por la falta de humedad superficial, el nivel de reserva hídrica y el calor
El fenómeno climático la Niña, que provoca lluvias por debajo de lo normal, cada vez da más señales de haber ingresado en un proceso de disipación. En consecuencia, crecen las esperanzas de que vengan mejores pronósticos para los cultivos de verano que agonizan en medio de la sequía. En este contexto, especialistas advierten que los pronósticos muestran lluvias en la región agrícola núcleo para este fin de semana y posibles nuevos eventos a partir de mediados de la semana que viene. De darse este escenario, habría señales de alguna mejoría. No obstante, alertan que continuarán las pérdidas de rendimiento y área cosechable ante la falta de humedad superficial y el nivel de reserva hídrica, a lo que se agregan las altas temperaturas.
El climatólogo Eduardo Sierra explicó que el evento Niña “ahora realmente está aflojando” y, en este contexto, se prevé una lluvia para el sábado que pegaría sobre todo a la zona núcleo.
“Este sábado empezaría a llover bien, después vuelve el buen tiempo y luego nuevamente regresarían las lluvias. Para los últimos diez días de enero y los primeros 20 días de febrero se ven lindas lluvias, que en realidad es normal que así ocurra”, dijo.
En rigor, los especialistas coinciden que el fenómeno climático da señales de empezar a neutralizarse. “No estamos en un tercer episodio de la Niña, estamos en un año de transición, pero con muchos rasgos de la Niña porque el fenómeno terminó con mucha fuerza en julio y seguimos hasta el día de hoy casi al límite de la Niña. Recién estos días se ha revertido la tendencia y los grandes factores climáticos están funcionando de forma positiva. Es decir, la recuperación va desde aquí hasta aproximadamente mayo”, comentó.
Con este panorama, para Sierra el gran interrogante es si el alivio llegará a tiempo. “En este momento la mayor parte del área agrícola está con reservas escasas a muy bajas y el área que esta más comprometida es la zona núcleo”.
En este contexto, Cristian Russo jefe de estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que hay “mucha expectativa” sobre lo que pueda ocurrir con las precipitaciones pronosticadas para el sábado, y una nueva lluvia que podría recibir la región núcleo a partir de mediados de la semana que viene.
“Un segundo evento sería muy importante porque los agrónomos nos plantean que si reciben 20 mm en este primer evento del fin de semana y luego enero se despide con otros 20 mm o 25 mm va a haber posibilidad de desarrollo de los cultivos”
Por otro lado, plantea que esto daría “alguna señal de cambio en el escenario climatológico” que es lo que se está necesitando.
No obstante, aclaró que esta semana ya se ve un nivel muy importante de pérdida de lotes. “Lamentablemente, antes de estas lluvias vamos a estar con más ajustes y noticias negativas en región núcleo. Fueron muy desparejas las últimas lluvias y crecen las pérdidas de área en soja de primera y de segunda. Hay zonas que están en una situación muy compleja, es probable que hagamos un ajuste”, dijo.
En su ultimo informe para la zona agrícola núcleo, la entidad rosarina proyectó un 45% menos de soja en la región que lo indicado al inicio de la campaña. En rigor, estimaba 19,7 millones de toneladas en sobre la base de un rinde promedio de 40 quintales por hectárea y una intención de siembra de 5,1 millones de hectáreas de soja total. Hoy se espera producir 10,7 millones de toneladas con un rinde promedio de 23 quintales por hectárea.
En tanto, según el área de estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se espera que las precipitaciones en lo que resta del mes de enero y la primera semana de febrero “se mantengan por debajo de la media, mientras que las temperaturas máximas podrían mantenerse por encima a los promedios”.
En este contexto, advierten que los cuadros de maíz temprano sobre el sur de Santa Fe, Centro-Este de Entre Ríos y norte de Buenos Aires son los más perjudicados y con mayores expectativas de pérdida de rendimiento y área cosechable.
Según el último informe de la entidad, realizado el jueves pasado, la siembra de soja cubre el 89,1 % de las 16,2 MHa proyectadas, manteniendo una demora interanual de 8,4 p.p. En ese sentido aclaran que “la totalidad del área remanente por incorporar se concentra sobre el norte del área agrícola, donde se esperan lluvias durante los próximos diez días que permitirían el avance fluido de las sembradoras”.
De cumplirse este pronostico, por otro lado, advierten que las siembras de maíz sobre la provincia de Córdoba, donde se concentra más del 27 % del área proyectada a la fecha, permitirían mejorar la condición del cultivo, principalmente los correspondientes a planteos tardíos”, indicaron.
Sin embargo, alertan que independientemente de los volúmenes acumulados, “durante dicho periodo gran parte de los cuadros de maíz temprano sobre el margen este del área agrícola, prevén importantes pérdidas”.
Según el último informe de la entidad, la incorporación de cuadros de maíz posee una demora interanual de 3,4 p.p cubriendo el 83 % de las 7,1 millones de hectáreas proyectadas para la campaña 2022/23. Al igual que la oleaginosa, la mayor parte del área que resta por sembrar se concentra sobre el NOA y NEA.
Por último, con respecto al cultivo de soja, alertaron que solo un 1,5 % de los cuadros se encuentra en su periodo crítico para la definición de los rendimientos. De registrar nuevas entradas de humedad sobre el centro del área agrícola, siembras tempranas podrían compensar parte de las perdidas esperadas hasta la fecha, aunque el rendimiento se mantendrá por debajo a los inicialmente proyectados.
El meteorólogo Leonardo De Benedictis explica que lo que llovió en los últimos tres años es el equivalente a la lluvia promedio de dos años, con lo cual se perdió todo un año de agua. “Si bien el año pasado y el anterior hubo sequía, en general todavía había algunas reservas y napas con las que podían sobrellevar la campaña, pero este año eso ya no esta”, indicó.
Para poder revertir la situación, sostuvo, debería haber lluvias generalizadas en un promedio de 100 y 150 mm para la zona central del país, pero alerta que “no se espera en el corto plazo y en el mediano tampoco”. Para Benedictis hay que esperar para mediados de febrero para que la situación empiece a cambiar de forma más significativa.
En la misma línea, Luis Pagnan, del INTA AER Justiniano Posse, indica que en el centro sudeste de Córdoba para poder por lo menos recomponer el primer metro del perfil en general hace falta que llueva más de 150 mm en los próximos días.
“Las sojas de primera requieren lluvias inmediatas porque están entrando en periodo critico para la definición del rendimiento. En tanto, para maíces tardío y sojas de segunda hay un poco más de tiempo porque aún están en estado vegetativo todavía no están en período critico para la definición del rendimiento. Igualmente, como los niveles de reserva de humedad son escasos o nulos están manifestado síntoma se sequía”, explicó.
Por ultimo, advierte que en el maíz temprano ya es tarde para tener un impacto en rendimiento; “solo se podría mejorar el peso del grano”, explica.