Fifra organizó una nueva Charla Granadera en la que disertaron el economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Gonzalo Agusto y el analista ganadero de AgroIdeas Federico Santángelo.
Con organización de FIFRA, se concretó una nueva edición de las Charlas Granaderas, enfocadas en los efectos de la sequía en la ganadería y la producción de granos en el país.
En el arranque Daniel Urcía, vicepresidente de la entidad y del IPCVA resaltó el nombramiento de Jorge Grimberg como nuevo presidente de ese instituto y el acuerdo salarial con los representantes de los trabajadores de la industria que fue del 48%.
Sequía: menos cosecha, caída de la actividad económica y faltante de dólares
Como en la perinola, “todos pierden” este año consecuencia de la seca y de las medidas macroeconómicas, cambiarias y sectoriales que instrumentó el gobierno nacional.
El economista Gonzalo Agusto dijo que en la provincia de Córdoba el resultado económico es negativo para todas las regiones productoras.
A modo de ejemplo podemos mencionar que en localidades de la zona núcleo como Marcos Juárez en Soja el resultado neto es negativo en 178 dólares por hectárea y en maíz en 232 dólares por hectárea.
Estas pérdidas son consecuencia también de problemas económicos como los derechos de exportación y el desdoblamiento cambiario que reducen los ingresos de los productores.
Para este año la estimación de la Bolsa de Cereales de Córdoba es de un rinde de maíz de solo 54 quintales por hectárea contra los 74 del año pasado.
En definitiva, de un potencial productivo de 41 millones de toneladas entre ambos granos se cosecharían apenas 20 millones, indicó el especialista.
Pero también pierde toda la economía cordobesa y nacional. Si a nivel país hay estimaciones que dan cuenta de que se dejarían de exportar bienes por entre 15.000 y 20.000 millones de dólares, sólo en la provincia de Córdoba caería el ingreso en 7.700 millones de dólares.
“Eso equivale a 600.000 viajes en camión” destacó Agusto para graficar en cuánto afecta la seca no sólo a los agricultores sino a actividades vinculadas como la del transporte de cargas.
Y este faltante de granos tendrá también su afectación en los costos de las transformaciones, entre ellas en la actividad ganadera que deberá competir con las demás por el poco maíz y la poca soja disponibles para la formulación de las dietas intensivas que serán más requeridas por la falta de pasturas.
Ante el escenario de escasez de granos de este año, el analista destacó la posibilidad de que el gobierno ponga en marcha un “dólar soja 3” o un “dólar maíz” lo que abriría ventanas de oportunidad comercial para mejorar el ingreso aunque eso no compensará las pérdidas que causó el clima.
Ganadería: problemas en todos los eslabones
A su turno el consultor Federico Santángelo analizó lo que sucede con la cadena ganadera.
En primer lugar destacó que el criador es el que más está sufriendo las consecuencias climáticas y económicas.
Si desde 2020 el ternero pasó a ser refugio de valor y contó con alta demanda y a su vez se vendió con buenos precios la vaca por la alta demanda de China, este año el panorama es el contrario.
Al no haber pasturas para la recría se adelantaron los procesos productivos. El ternero salió antes y con poca demanda para la recría. Sus precios cayeron en términos reales ya que mejoraron solo 30% en forma interanual.
Esto mejoró la ecuación del engorde a corral que por pimera vez en mucho tiempo tiene una ecuación positiva en la compra – venta aunque mucha incertidumbre respecto de si contará con el alimento y a qué precio lo deberá pagar para poder terminar hacienda que tendrá un pico de ofrecimientos y muchas dudas respecto de que pueda siquiera copiar a la inflación, dijo Santángelo.
El analista consideró que hasta al menos bien entrada la primavera habrá hacienda liviana en cantidad para el mercado interno, estas categorías tuvieron una oferta más reducida en el verano y eso permitió la mejora en los valores.
Pero entre el recorte en el poder de compra del salario y la alta oferta prevista no se esperan mejoras significativas sino más bien un nuevo período de retraso en los valores.
En cuanto al sector de la industria, hay preocupación por el escenario macro ya que la inflación de costos en diferentes rubros no da tregua.
Dante Cerino, directivo de Fifra se refirió a esta cuestión y resaltó el poco valor que tienen los subproductos que años atrás permitían un ingreso que cubría costos fijos como los salarios.
El gobierno nacional prometió liberar la exportación de cueros crudos salados pero por ahora no hay novedades al respecto. Esto sería de gran importancia para las industras cárnicas que sufren la baja del valor de este subproducto y del resto como huesos, sebos y menudencias que cada vez tienen menos aceptación entre los consumidores locales.
En tal sentido dijo que la industria destinada al consumo necesita de esas medidas ya que no tiene otra forma de evitar el traslado inmediato de la suba del precio de la hacienda.
Finalmente destacó su preocupación por la caída en los volúmenes de venta de carne a nivel minorista lo que se refleja en las complicaciones para trasladar al precio la recomposición necesaria de valores que tuvo la hacienda que sigue atrasada respecto de la inflación.
Para este año la estimación de la Bolsa de Cereales de Córdoba es de un rinde de maíz de solo 54 quintales por hectárea contra los 74 del año pasado.
En definitiva, de un potencial productivo de 41 millones de toneladas entre ambos granos se cosecharían apenas 20 millones, indicó el especialista.
Pero también pierde toda la economía cordobesa y nacional. Si a nivel país hay estimaciones que dan cuenta de que se dejarían de exportar bienes por entre 15.000 y 20.000 millones de dólares, sólo en la provincia de Córdoba caería el ingreso en 7.700 millones de dólares.
“Eso equivale a 600.000 viajes en camión” destacó Agusto para graficar en cuánto afecta la seca no sólo a los agricultores sino a actividades vinculadas como la del transporte de cargas.
Y este faltante de granos tendrá también su afectación en los costos de las transformaciones, entre ellas en la actividad ganadera que deberá competir con las demás por el poco maíz y la poca soja disponibles para la formulación de las dietas intensivas que serán más requeridas por la falta de pasturas.
Ante el escenario de escasez de granos de este año, el analista destacó la posibilidad de que el gobierno ponga en marcha un “dólar soja 3” o un “dólar maíz” lo que abriría ventanas de oportunidad comercial para mejorar el ingreso aunque eso no compensará las pérdidas que causó el clima.
Ganadería: problemas en todos los eslabones
A su turno el consultor Federico Santángelo analizó lo que sucede con la cadena ganadera.
En primer lugar destacó que el criador es el que más está sufriendo las consecuencias climáticas y económicas.
Si desde 2020 el ternero pasó a ser refugio de valor y contó con alta demanda y a su vez se vendió con buenos precios la vaca por la alta demanda de China, este año el panorama es el contrario.
Al no haber pasturas para la recría se adelantaron los procesos productivos. El ternero salió antes y con poca demanda para la recría. Sus precios cayeron en términos reales ya que mejoraron solo 30% en forma interanual.
Esto mejoró la ecuación del engorde a corral que por pimera vez en mucho tiempo tiene una ecuación positiva en la compra – venta aunque mucha incertidumbre respecto de si contará con el alimento y a qué precio lo deberá pagar para poder terminar hacienda que tendrá un pico de ofrecimientos y muchas dudas respecto de que pueda siquiera copiar a la inflación, dijo Santángelo.
Fuente: FIFRA