En la región Centro-Norte, D. maidis se detectó en el 95% de las localidades relevadas, con capturas superiores a 100 adultos por trampa en el 56% de los sitios. Este incremento fue especialmente notable en las provincias de Córdoba y Santa Fe.
En este vigésimo informe se relevaron en total 349 localidades de la Argentina, distribuidas en las regiones del NOA (69 localidades), NEA (56 localidades), Litoral (33 localidades), Centro Norte (64 localidades), Centro Sur (147 localidades). En este informe a partir de la categoría de más de 100 adultos se establecieron nuevas categorías, considerándose a los valores de 101 a 500 adultos por trampa, 501 a 1000 y más de 1000 adultos capturados por trampa.
En la región del NOA, se mantuvo una tendencia similar a la del informe anterior en cuanto a la presencia del vector en las localidades monitoreadas. Se destacó nuevamente el elevado número de sitios con capturas superiores a 100 adultos por
trampa, registrándose esta condición en 60 localidades, lo que representa el 87 % de los puntos evaluados (Figuras 2, 3 y 4). Con el avance acelerado de la cosecha de maíz en la región, resulta fundamental estimar la población remanente del vector que podría
sobrevivir al período invernal, a fin de evaluar su capacidad de persistencia y las posibles implicancias epidemiológicas de cara a la próxima campaña.
En la región del NEA, las tendencias se mantienen en línea con el informe anterior, registrándose nuevamente un ligero incremento en la proporción de localidades con densidades superiores a 100 adultos de D. maidis, alcanzando el 57% del total relevado. Al igual que en la evaluación previa, los focos de mayor incidencia se localizaron principalmente en las provincias de Santiago del Estero y Santa Fe. En esta región, debido a las condiciones de estrés abiótico estival, numerosos lotes quedaron
en pie y no serán cosechados, lo que representa un riesgo sanitario al constituir refugios para la supervivencia del vector durante el período otoñal – invernal.
En la región del Litoral, las capturas de D. maidis se mantuvieron estables en relación con el informe anterior. En esta evaluación, el 30 % de los puntos relevados registraron más de 50 adultos por trampa, y dentro de este grupo, el 15 % superó las 100 capturas. En esta zona, donde más del 90 % de los lotes ya han sido cosechados, cobra particular relevancia el control cultural y el monitoreo de maíces voluntarios, dado su rol como potencial reservorio del vector.
En la región Centro-Norte, D. maidis se detectó en el 95% de las localidades relevadas, con capturas superiores a 100 adultos por trampa en el 56% de los sitios. Este incremento fue especialmente notable en las provincias de Córdoba y Santa Fe. Paralelamente, la cosecha continúa avanzando en el 65% de los puntos
monitoreados, considerando importante ajustar aquellos puntos que minimicen pérdidas en la trilla del maíz, sumándose a la necesidad de intensificar el monitoreo en aquellos lotes donde se detecten maíces voluntarios, dado su rol potencial como reservorios del vector.
En la región Centro-Sur, el 54 % de las localidades relevadas no registró presencia de D. maidis en las trampas cromáticas adhesivas. Sin embargo, en este monitoreo se detectó un leve aumento en la proporción de sitios con capturas superiores a 100 adultos por
trampa (7 %), alcanzando esta categoría un total de 10 localidades de la región. Dada la relevancia de esta zona para la siembra de maíz temprano o de primera, resulta fundamental intensificar los monitoreos, incluso en ausencia del cultivo, con el fin de anticipar riesgos y ajustar con precisión las estrategias de manejo.
Es fundamental continuar registrando las capturas de los adultos D. maidis, incluso
cuando los cultivos han superado la etapa de mayor susceptibilidad o después de su
cosecha. El análisis de la información generada permitirá comprender mejor su
dinámica poblacional estacional en las diferentes regiones maiceras de la Argentina,
contribuyendo a una toma de decisiones más confiable y mejor fundamentada.
Se enfatiza que las trampas cromáticas adhesivas, en conjunto con las inspecciones
directas sobre el cultivo, constituyen herramientas complementarias que permiten una
detección más precisa de los adultos de D. maidis. Durante el período otoñal-invernal, ante la ausencia del hospedero de este vector (cultivo de maíz y maíces voluntarios), resulta clave intensificar el monitoreo sobre cultivos de servicio, cultivos invernales y/o malezas, con el objetivo de comprender con mayor precisión la dinámica poblacional de D. maidis a lo largo de las distintas estaciones del año.
Por otro lado, cabe recordar que durante el período otoñal-invernal los adultos de D. maidis tienden a modificar su coloración estacional. Los ejemplares estivales suelen presentar tonalidades más claras y brillantes, mientras que los adultos que emergen en
otoño e invierno adquieren una coloración más oscura. Este aspecto debe considerarse para una correcta identificación del vector en las distintas épocas del año.
En zonas donde se cosecharon maíces de primera (Litoral, Centro Norte y Centro Sur),
las temperaturas y precipitaciones registradas en este último período podrían favorecer
la ocurrencia de maíces voluntarios, elemento que se deberá tener en cuenta en caso de que no ocurriesen heladas que cortarán el ciclo de este hospedero de D. maidis. El cultivo de maíz nos presenta el desafío de implementar un Manejo Integrado de
Plagas (MIP) más consciente, donde el monitoreo se convierte en un elemento crítico y estratégico para la toma de decisiones. El Manejo Integrado de D. maidis implica la combinación de prácticas de monitoreo y medidas para su control diseñadas para
minimizar el impacto de las enfermedades causadas por los patógenos que este vector transmite al cultivo de maíz.
Fuente: Red Nacional de Monitoreo Dalbulus Maidis