Marcelo Torres, en una profunda reflexión sobre la innovación y la sinergia público-privada, redefine el concepto de «código abierto» como un espacio de colaboración y futuro sostenible».
Tras una conferencia de prensa brindada por las autordades de Aapresid en medio del Congreso anual que se realiza en la Rural de Palermo, Marcelo Torres ofreció una visión integral sobre los desafíos y las oportunidades que enfrenta el sector agropecuario en Argentina, destacando la filosofía del «código abierto» como pilar fundamental para el progreso. Este concepto, arraigado inicialmente en el software, se expande para abrazar dos principios esenciales en el ámbito agropecuario:
• Intervención e Innovación Activa: El primer significado del código abierto es tomar un rol activo en la innovación, no ser un observador pasivo. Implica «meterse en ese código» y tener la capacidad de entender el lenguaje y modificarlo, o intervenir en los procesos para mejorarlos.
• Aprendizaje del Camino Recorrido: La segunda acepción, y quizás la más distintiva para el agro, es la de «mostrar el camino que nos trajo hasta acá». Torres enfatiza la importancia de exponer tanto los aciertos como, crucialmente, los errores. Esto permite que otros actores no repitan caminos fallidos y, en cambio, se enfoquen en desarrollar y optimizar aquellos que sí han dado buenos resultados, reconociendo el error como la «fuente de aprendizaje más importante».
Alianzas Estratégicas y Desarrollo Federal
Marcelo Torres recalcó la imperiosa necesidad de la colaboración público-privada para abordar los complejos desafíos que enfrenta la matriz agropecuaria. Tareas como posicionar las cadenas productivas argentinas en el mercado global son imposibles para el sector privado de forma aislada. Para ello, se requiere un diálogo estratégico entre ambos sectores para definir:
• Cadenas a posicionar y argumentos de fortaleza.
• Infraestructura clave como el desarrollo del riego, que implica energía e infraestructura.
• Estrategias para mejorar la competitividad de las zonas alejadas de los puertos.
• Abordar políticas como los biocombustibles, comparando la situación con Brasil.
La colaboración público-privada es vista como un catalizador para un «desarrollo federal rápido y sostenido» en Argentina, que va más allá de la estabilidad macroeconómica, abarcando inversión en infraestructura y posicionamiento global.
Balance Positivo de un Congreso Colaborativo
El ambiente de colaboración se materializó en un reciente congreso, cuyo éxito fue rotundo según Torres. A pesar de un año «tan complejo», el evento superó las expectativas en términos de asistencia y participación. Lo más valorado fue la actitud proactiva del productor, quien, lejos de encerrarse en tiempos difíciles, interpretó la «agenda muy amplia, de corto, mediano y largo plazo» del evento. El congreso se erigió como un «espacio que lo invita a ser protagonista», no a recibir cátedra, sino a construir colectivamente, especialmente en los «pasillos» donde se fomentan encuentros y reuniones. La participación de empresas y el acompañamiento comercial también fueron «imponentes».
Sistemas Productivos Integrados e Innovación en «Chacras»
Una de las grandes apuestas del sector es la integración agrícola-ganadera, una sinergia con un «montón de sinergias posibles». Marcelo destacó el rol de las «chacras», definidas como «un lugar donde se reúnen la ciencia, la tecnología y el productor con sus preguntas a innovar». Estas «chacras de sistema integrado», que se extienden por toda Argentina, buscan demostrar los beneficios de la integración productiva, como la intensificación de la secuencia de cultivos (cultivos de servicio entre cultivos de cosecha) que permite incluso el pastoreo en lomas agrícolas, profundizando la integración.
Perspectivas de la Próxima Campaña: Expectativa Mixta
Finalmente, se abordó el impacto de los recientes anuncios políticos, como el de Miley en La Rural, en las intenciones de siembra. Aunque los precios de los cultivos son «bajos», el maíz sigue siendo «muy interesante» y ha ganado «mucho terreno» debido a la capacidad del productor para manejarlo en distintas regiones con bajas densidades y siembras tardías. El maíz es valorado por su aporte de biomasa al suelo y al sistema. Si bien la baja de retenciones hizo a la soja «un poco más competitiva», la campaña arranca con «otra expectativa» debido a un «perfil lleno en casi todos lados» (buena humedad del suelo), aunque se mantiene la cautela ante la necesidad de lluvias en primavera o verano y la persistencia de las retenciones.
