Los técnicos recuerdan que los cultivos de soja y maíz necesitarán reducir la competencia de malezas desde la implantación
Sin lugar a duda, el 2023 ha sido un año clave para el agro. Al igual que 2022, el comienzo del año se presentó adverso para el campo, con una llamativa escasez de lluvias en las tres últimas campañas que, sumadas a la crisis económica que atraviesa Argentina, no fueron positivas. El productor espera, con ansias, precipitaciones y mejoras en el estado de los suelos que han anticipado los pronósticos y hablan de una transición entre los fenómenos de “La Niña” y “El Niño”.
“Estamos en una situación compleja porque cuando comiencen las lluvias también comenzara la siembra y esto hace te tengamos que tomar decisiones rápidas. Por esto es clave optimizar y programar cada instancia en nuestro proceso productivo” afirma el Ing. Juan Pérez Brea, Gerente de Cultivo de Soja de BASF para Argentina.
Frente a este escenario, los cultivos de soja y maíz necesitarán reducir la competencia de malezas desde la implantación. Para lograrlo, BASF ofrece un portfolio con soluciones para las principales problemáticas y recomienda hacer una planificación completa de los próximos meses productivos en esta época del año. La anticipación y el seguimiento de los cuidados son las claves para el éxito de la cosecha.
En este sentido, la División de Soluciones para la Agricultura de BASF, está trabajando en la comercialización de reconocidos productos tales como: Zidua® Pack, Heat®, Pivot® y xarvio®; al que se sumará también Voraxor®.
“Zidua® Pack es conocido, entre otros atributos, por su plus de residualidad de 15 días sobre el resto de sus competidores y la contundencia de control que resulta de la combinación entre un herbicida pre emergente a base de Pyroxasulfone con otro de contacto como es el Saflufenacil, que controla todas las malezas emergidas”, expresa Juan Pérez Brea.
En cuanto a Heat® y Pivot®, se trata de herbicidas de alta residualidad y con muy buenos resultados si se los aplica de forma correcta y constante.
Cabe destacar que entre la campaña pasada y la actual, las malezas se han fortalecido, por lo que es difícil encontrar la solución indicada para controlarlas antes de que dañen un cultivo completo. Es por eso que desde BASF no sólo se han desarrollado herbicidas de alta complejidad si no que, además, se trabaja con herramientas digitales como xarvio®.
Esta herramienta digital ayuda en la planificación estratégica y en el manejo integral del cultivo, mejorando la rentabilidad del suelo al hacer un uso eficiente de los recursos. Si bien es una solución bastante a medida, lo cierto es que los productores se han volcado a ella frente a campañas que deben planificarse y pensarse con cuidado para que el cultivo sea realmente redituable para el productor.
Por último, Voraxor®, la nueva solución de BASF es un herbicida para el manejo de barbecho y para un posible uso en cultivos como soja, maíz, trigo y cebada. Ofrece un contundente y rápido control de malezas y un excelente efecto de persistencia sobre las malezas de hoja ancha aún no emergidas. Al mismo tiempo, puede ser complementario y compatible con otros productos y, por su excelente selectividad, se puede aplicar hasta el día de la siembra.
Ante la variedad de suelos y climas, BASF responde con soluciones a medida y de probada eficacia que buscan maximizar la experiencia del productor, llevándola al siguiente nivel; aprendiendo de las lecciones del año anterior para no repetir errores y continuar acompañando al campo en su constante evolución.