La alianza estratégica entre la AgTech y la biotecnológica promete revolucionar la agricultura sostenible, combinando inteligencia artificial con el poder de microorganismos extremófilos para una producción alimentaria más eficiente y resiliente.
En un movimiento significativo para el sector de la biotecnología y la agricultura computacional, la AgTech Calice ha anunciado una colaboración estratégica con Puna Bio. El objetivo principal de esta unión es impulsar la regeneración de suelos y la producción de alimentos, acelerando el desarrollo y la expansión global de nuevos productos biológicos diseñados para mejorar la salud del suelo y aumentar la productividad agrícola.
Calice aportará a esta sinergia su plataforma de ensayos de campo computacionales, la cual ofrecerá a Puna Bio capacidades avanzadas de simulación virtual para evaluar escenarios agronómicos a gran escala. Esta tecnología, que integra inteligencia artificial, modelado predictivo y ciencia de datos, es clave para optimizar los procesos de Investigación y Desarrollo (I+D), focalizar experimentos en el campo y, en última instancia, acelerar la llegada de soluciones innovadoras al mercado. «Buscamos que los productos innovadores de Puna Bio puedan llegar más rápido al mercado, utilizando herramientas digitales que reduzcan la necesidad de pruebas extensivas en superficie y aceleren el desarrollo de tecnologías agrícolas sostenibles», afirmó Ramiro Olivera, CEO de Calice. Calice, con oficinas en Buenos Aires y San Francisco, cuenta con un equipo interdisciplinario de 20 profesionales que desarrolla NODES™, su plataforma de ensayos a campo virtuales, orientada a acelerar el diseño de cultivos y productos biológicos mediante IA y simulación digital.
Por su parte, Puna Bio se especializa en el desarrollo de bioinsumos a base de microorganismos extremófilos. Estos microorganismos, extraídos de la Puna y con una antigüedad de más de 3.500 millones de años, están diseñados para regenerar suelos degradados y fomentar una agricultura resiliente en los entornos más desafiantes del planeta. Su bioestimulante insignia, Kunza, ha demostrado resultados impresionantes, logrando incrementos de rendimiento del 10 al 15 % en suelos fértiles y, lo que es aún más notable, permitiendo el crecimiento de cultivos en tierras severamente degradadas. Puna Bio ha sido reconocida por la Fundación Norrsken como una de las 100 startups con mayor potencial de impacto global, destacándose en 2024 por su labor en potenciar cultivos y regenerar suelos a través de sus innovaciones biológicas y sustentables.
Esta colaboración marca un hito para la biotecnología y la agricultura computacional. Ambas compañías fueron fundadas por equipos de reconocidos científicos y comparten una visión común sobre cómo «liberar el potencial de la naturaleza mediante datos y tecnología». Ramiro Olivera concluyó que este acuerdo es «un ejemplo de cómo la sinergia entre ciencia y tecnología puede generar soluciones escalables para los desafíos de la agricultura global, regenerar suelos y contribuir desde Argentina a la seguridad alimentaria del mundo».
