A pesar de la inminente entrada de una probable fase fría del Pacífico, expertos minimizan su impacto negativo en la Región Pampeana, proyectando un evento de baja intensidad y corta duración. La elevada humedad de los suelos y el sostenido calentamiento del Océano Atlántico se perfilan como los principales factores que mantendrían firmes las dinámicas de precipitación.
A solo 30 días de la probable entrada en un fenómeno “Niña”, la agricultura argentina enfrenta una primavera contradictoria. Si bien la proyección de un enfriamiento en el Océano Pacífico históricamente genera preocupación por la sequía, el panorama actual se caracteriza por lluvias semanales generalizadas y volúmenes excesivos que están dificultando la siembra y poniendo en riesgo grandes áreas de la cosecha gruesa. De hecho, hay alerta encendida para sectores del centro oeste y noreste de Buenos Aires debido a los excesos y anegamientos que sufren.
En este contexto de suelos ya saturados (perfiles cargados), la pregunta central es si la proyección de “Niña” logrará efectivamente disminuir las precipitaciones sobre la región pampeana.
La Proyección: Un Evento Débil y Fugaz
Las actualizaciones de los organismos internacionales, a punto de comenzar octubre, ratifican la proyección de una probable Niña, aunque con características específicas. La NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU.) muestra que la anomalía de la Temperatura Superficial del Mar (SST) se sitúa actualmente en -0,4 en septiembre, casi saliendo de la Neutralidad.
Sin embargo, los datos confirman un escenario de Niña de intensidad leve y corta duración. Si bien se proyectan valores de enfriamiento ligeramente mayores a los esperados hace un mes (llegando a -0,87 para diciembre), el “rebote” o la vuelta a la Neutralidad se estaría acelerando, esperándose antes de que finalice enero de 2026. Para febrero de 2026, el valor proyectado regresa a -0,43.
Este calentamiento sostenido entre enero y mayo de 2026 incluso invita a la pregunta sobre si lo próximo en caracterizar la fase del Pacífico podría ser un evento de “Niño”.
Factores que Atenúan la Sequía
A pesar de estos números, el consultor de GEA/BCR, Alfredo Elorriaga, es cauto sobre el impacto real en las lluvias. El especialista aclara que todavía no está claro el acople de los efectos del océano con la atmósfera, factor clave para definir si efectivamente habrá Niña.
Elorriaga no considera este fenómeno como un condicionante significativo, y no cree que provoque una disminución de las lluvias por debajo de la media. Es difícil que se altere el régimen de lluvias con las altas temperaturas y la evapotranspiración de diciembre, especialmente considerando el contenido de humedad de los suelos, que es muy importante este año.
El menor aporte de humedad del Pacífico sería difícil de sentir, ya que el evento proyectado es de baja intensidad y muy corta duración. Además, los mecanismos locales vienen siendo muy efectivos, y las lluvias por convección toman gran relevancia en esta parte del año para la región pampeana.
El Dominio del Atlántico
Un factor crucial en la dinámica de lluvias argentina es el Océano Atlántico, que se posiciona en el primer lugar de importancia entre los condicionantes.
El Atlántico ha sido la fuente de humedad para las lluvias récord registradas durante el invierno y ha sido tan influyente que logró torcerle el brazo a una «Niña» de intensidad moderada en febrero. Las proyecciones actualizadas continúan mostrando un calentamiento de este océano hasta diciembre. La efectividad de la circulación y de los frentes fríos ha permitido que esta humedad ingrese y precipite con los alcances y montos significativos observados.
Descartando el Riesgo del Dipolo
Para disipar temores de revivir la catastrófica sequía del ciclo 2022/23, que tuvo una profunda conexión con la fase negativa del Dipolo del Índico, los especialistas han confirmado que ese riesgo está descartado. La fase negativa del Dipolo del Índico finaliza y cambia de tendencia con la aparición del enfriamiento en el Pacífico. Un Índico neutral o positivo, como se proyecta en este caso, no sumará efectos negativos a las lluvias de la región pampeana.
En el corto plazo, hay nuevas tormentas a la vista para la región pampeana. La buena noticia es que, si bien se mantiene la alerta en áreas con excesos, se prevén lluvias de menor volumen y más acotadas que las anteriores. En este sentido, la “Niña” leve podría beneficiar a las zonas con excesos, aunque podría perjudicar a otras, como Chaco y Santiago del Estero, situación que aún debe ser analizada en detalle.
Fuente: GEA. BCR