Productores de la región de Córdoba, en colaboración con el INTA Villa Dolores, implementan un sistema de riego avanzado para enfrentar la escasez hídrica y aumentar la productividad entre un 20 % y un 30 % gracias a la gestión de precisión y el fertirriego.
El cultivo de papa en la región de Traslasierra, Córdoba, enfrenta un panorama de crecientes limitaciones hídricas, impulsado por la combinación de menores precipitaciones, la alta demanda del cultivo y la eficiencia restringida de los métodos de riego tradicionales. Ante este desafío, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Villa Dolores está acompañando a productores locales en la implementación y evaluación del riego por goteo subterráneo, una alternativa que promete transformar el manejo del agua y la nutrición.
Silvana Walter, jefa de la Agencia de Extensión Rural del INTA Villa Dolores, destacó a MundoAgro que «el riego es un factor clave en nuestra región». Tradicionalmente, la papa se riega por gravedad (utilizando el sistema de riego por surcos con agua del dique La Viña) o mediante sistemas de pivote con agua subterránea. Sin embargo, el riego por surcos presenta una baja eficiencia en el uso del agua, que, según mediciones del INTA y otras entidades, apenas alcanza el 40 %.
Ahorro Hídrico y Manejo de Precisión
La búsqueda de tecnologías adaptadas a las condiciones locales, especialmente en lotes donde la instalación de un pivote no es viable, motivó la adopción del goteo subterráneo. La mejora en la eficiencia es notable: si se compara una hectárea regada por goteo con una por surco, se podría regar tres veces más con la misma cantidad de agua.
Además de aumentar significativamente la eficiencia hídrica, el nuevo sistema abre una puerta al manejo de precisión al permitir la integración de la fertilización con el riego, un proceso conocido como fertirriego. Walter explicó que el fertirriego es mucho más eficiente que aplicar el fertilizante directamente al suelo, ya que permite aplicar la cantidad precisa que el cultivo necesita.
Otro beneficio operativo clave es la sencillez. La operación del sistema resultó ser mucho más fácil que el riego por surco, que se realiza de forma manual y puede requerir más de 24 horas de trabajo, incluso durante la noche. El goteo subterráneo también facilita a los productores ajustar la frecuencia y cantidad de agua según la demanda del cultivo y las condiciones climáticas, evitando las demoras o las aplicaciones excesivas que a menudo ocurren al coordinar con el consorcio de riego tradicional.
Adaptación Técnica y Resultados Concretos
En Traslasierra, la demanda hídrica para los dos ciclos productivos de papa (el tardío de febrero a invierno, y el semitemprano de julio/agosto a noviembre/diciembre) oscila entre 500 y 800 milímetros durante ciclos de aproximadamente 100 días. El INTA acompañó dos experiencias recientes: una entre agosto y diciembre de 2024 y otra entre febrero y junio de 2024.
Una de las principales dudas técnicas era si el agua podría subir por capilaridad desde los goteros enterrados hasta el sistema radical de la papa, a diferencia de otras zonas de Córdoba donde ya se usa la tecnología. Las evaluaciones confirmaron que el sistema se adapta al cultivo local, verificando el ascenso del agua.
También se confirmó que el sistema enterrado no interfiere con las labores de cosecha, que se realiza mecánicamente con un «peludo o arrancador». Los laterales de riego se colocan a una profundidad de 35 a 40 centímetros, mientras que el tubérculo se desarrolla por encima, a unos 15 a 18 centímetros, asegurando que los laterales no se vean afectados por la maquinaria.
Aumento de Productividad
César Díaz Nicotra, ingeniero de la empresa Argeswater SRL, asesora al productor Antonio Martínez. Este productor implementó el sistema de goteo enterrado en seis hectáreas en la estancia La Primavera, en la localidad de San José. El profesional destacó el acompañamiento del INTA para obtener buenos resultados con la innovación en traslasierra.
En la campaña actual, se proyecta alcanzar una producción de alrededor de 33 toneladas por hectárea. Esto representa un diferencial de rendimiento de entre un 20 % y un 30 % en comparación con las parcelas que no utilizan esta tecnología. Díaz Nicotra explicó que el riego por goteo subterráneo permitió optimizar la fertilización durante todo el ciclo y, consecuentemente, aumentar el potencial productivo del cultivo. Impulsados por estos resultados, la empresa decidió ampliar los equipos de riego a 25 hectáreas en su explotación de Los Cerrillos.
Inversión a Largo Plazo
A pesar de los claros beneficios, la implementación de esta tecnología exige una inversión inicial significativa. Silvana Walter mencionó que, en el lote donde trabajaron, fue necesario impermeabilizar una represa con geomembrana e instalar todo el sistema de bombeo, filtrado y distribución.
No obstante, desde el INTA se subraya que esta es una tecnología con una vida útil estimada de 12 a 15 años y debe considerarse una inversión a largo plazo, especialmente en el contexto de escasez hídrica que enfrenta la región.
El acompañamiento del INTA es crucial, permitiendo a la empresa y a los productores «ajustar la tecnología usando datos de ensayos locales: diseñar los equipos, medir el agua y los nutrientes del suelo, y planificar la fertilización de acuerdo con la demanda ambiental,» concluyó Díaz Nicotra.
