Stoller: El desafío de conseguir más rendimiento y calidad en un año Niña

Gracias a una nutrición estratégica, que combine la fuente, el momento y la dosis correcta, se obtienen resultados diferenciales en trigo y la cebada. Nitroplus 18, de Stoller, asegura la asimilación de nitrógeno, bajo una intensa sequía.

La incertidumbre climática que está generando La Niña en el inicio de la campaña 2022/23 implica diversas complicaciones: según indicó la Bolsa de Comercio de Rosario, en un informe reciente, la siembra de trigo es la más atrasada de la última década en la zona central del país.

Asimismo, por la falta de humedad y ausencia de precipitaciones significativas, la incorporación de nitrógeno a los suelos está detenida.

De esta forma, el calendario normal para fertilizar y nutrir a los cereales con este nutriente está totalmente alterado, a lo que se suman los altos costos para comprar la urea que, actualmente, rondan los 800 dólares la tonelada.

Igualmente, ante este contexto adverso, hay decisiones nutricionales estratégicas y eficientes que, tomadas a tiempo, permiten que el trigo y la cebada sostengan el rendimiento y la calidad de los granos, también redunden en beneficios económicos y signifiquen ventajas logísticas.

Rafael Olivella es coordinador técnico regional de Stoller para las zonas de Córdoba, sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y La Pampa, y también para el sudeste bonaerense.

“Para la zona central del país, el piso de rendimiento se asegura a partir del agua acumulada hasta los dos metros de profundidad, lo cual va marcando el ritmo de la siembra y la primera fertilización con nitrógeno, fósforo y zinc”, explica.

Al déficit inicial de agua en los suelos y los nulos o magros registros de lluvias desde el inicio del ciclo, ahora, también se complica la posibilidad de la refertilización con nitrógeno a partir del macollaje, un estadio del desarrollo al que recién están entrando los ciclos largos sembrados muy temprano en la región centro y que se extenderá, aproximadamente, hasta inicios de agosto.

De acuerdo a lo que explica Olivella, nutrir a la planta con la fuente, la dosis y el momento correcto tiene un significativo impacto en el resultado final.

“Gracias a la performance del fertilizante Nitroplus 18 podemos desentendernos de la falta de lluvias y contar con una nutrición de calidad de nitrógeno vía foliar. Su formulación, que cuenta con un 18% de nitrógeno amínico y 7% de calcio, y su aplicación entre macollaje y hasta hoja bandera, permiten que el nutriente se convierta rápidamente en proteína, una vez asimilado por el cultivo”, afirma el técnico.

DATOCon la aplicación de Nitroplus 18, de Stoller, se consiguieron aumentos del rendimiento de 450 kilos por hectárea, en promedio. También se incrementó el contenido de proteína en grano de 1% a 1,5%.

Por su parte, el aporte del calcio favorecerá el crecimiento vegetal, el desarrollo reproductivo y cuaje de los granos.

Nitroplus 18 ofrece otras ventajas, como la logística ya que la dosis equivale a transportar de 80 a 100 kilos de urea y también no implica riesgos de fitotoxicidad por su bajo Biuret. Además, es apto para mezcla en tanques con fungicidas.  

En lo que hace a dosis, Olivella recomienda la aplicación en dos momentos, a razón de 10 litros de Nitroplus 18 por hectárea y aplicación: uno de ellos a inicios de macollaje y otro en el estadio de hoja bandera. De practicar una sola aplicación, la dosis debería ser de 12 litros por hectárea en hoja bandera.

De acuerdo a los datos de seis campañas de ensayos que viene haciendo Stoller, sobre 60 casos, los rendimientos aumentaron a razón promedio de 450 kilos por hectárea con la aplicación del fertilizante líquido, así como también se incrementó entre 1% a 1,5% el tenor de proteína en grano (Ver gráfico).

“Aplicar Nitroplus 18 es como un suero para la planta, nutriéndola en un momento clave y favoreciendo, así, el rendimiento y la calidad”, admite Olivella.