La proyección nacional se disparó a 24,5 Mt, con un rinde récord de 37,7 qq/ha, impulsado por condiciones climáticas ideales e inversión tecnológica
El ciclo 2025/26 se perfila como una campaña histórica para Argentina, con la estimación de producción de trigo alcanzando los 24,5 millones de toneladas (Mt). Esta cifra no solo supera «por lejos» las proyecciones iniciales de 20 Mt realizadas en julio, sino que también implica un ajuste al alza de 1,5 Mt solo entre octubre y noviembre. Si la campaña 2021/22 fue considerada una «supercampaña» con 23 Mt, la actual será una «megacampaña».

De concretarse las proyecciones de campo a medida que avanza la cosecha, el ciclo actual superaría el récord anterior en un 6,5% en producción. Se proyecta un rinde promedio nacional récord de 37,7 quintales por hectárea (qq/ha), lo que representa un aumento de 2,7 qq/ha sobre el récord previo, basado en una superficie de siembra de 6,9 millones de hectáreas (M ha).
Rindes Récord en la Región Pampeana
Con un avance de cosecha del 15%, se están observando rendimientos unitarios récord en las tres provincias trigueras más importantes de Argentina.
- Buenos Aires podría alcanzar los 40,8 qq/ha, superando su marca de 39,5 qq/ha del 2021/22, proyectando una producción de 9,43 Mt.
- Santa Fe tiene una proyección de rinde de 42,2 qq/ha, excediendo los 40,6 qq/ha obtenidos en 2010/11, con una producción esperada de 5,86 Mt.
- Córdoba superaría los 36 qq/ha de aquel entonces, con una estimación actual de 36,8 qq/ha y una producción de 4,65 Mt.
A nivel de lotes, los primeros datos del norte de la región pampeana son llamativos. En Sacanta (San Justo, Córdoba), se reportaron rindes de entre 60 y 65 qq/ha en los primeros lotes, con la expectativa de que los mejores se acerquen a los 80 qq/ha.
Claves del Éxito: Clima y Tecnología
Estos rendimientos excepcionales se explican por una combinación de factores ambientales y la inversión del sector. Aparte de las excelentes condiciones de humedad al momento de la siembra en otoño, las lluvias de julio, y especialmente las de agosto, jugaron un papel clave.
El llenado de grano se dio en condiciones que algunos técnicos caracterizaron como casi ideales, gracias a la ausencia de limitantes hídricas, bajas temperaturas y alta radiación solar. Aunque hubo una incursión de aire muy frío el 28 de octubre que disparó alarmas, su impacto en general no fue significativo, salvo daños puntuales en zonas como Pigué y Darregueira.
En el ámbito tecnológico, fue crucial la gran inversión en semillas y en controles contra enfermedades. La fertilización también fue muy importante. En un año con tantas lluvias, que generaron fuertes problemas de lixiviación de nutrientes, las re fertilizaciones fueron otro factor destacado para alcanzar los rindes récord.
Preocupaciones Logísticas y otros Cultivos
Frente a este gran volumen de trigo, existen preocupaciones logísticas, ya que la recolección debe realizarse en poco tiempo, mientras que simultáneamente avanza la siembra de soja y maíz tardío. Las últimas lluvias del 11 y 12 de noviembre, aunque dispersas (10 a 30 mm en Buenos Aires; 20 a 30 mm en La Pampa), sumaron agua a sectores que ya enfrentan grandes problemas de excesos hídricos y anegamientos.
La principal inquietud es que hay nuevos pronósticos de tormentas para el fin de semana del 15 y 16 de noviembre. Los productores necesitan una ventana de buen tiempo de 15 a 20 días para avanzar con la cosecha de trigo.
En cuanto a otros granos, el maíz presenta una muy buena condición. Con el 40% de la siembra completada (frente al 36% del año pasado), la producción nacional rondaría los 61 Mt, una cifra inédita. Por otro lado, la soja sufre retrasos significativos en la siembra debido al mal tiempo, avanzando solo un 10%, comparado con más del 20% en la campaña anterior. Se intencionan 16,4 M ha, con un horizonte productivo de 47,0 Mt para el ciclo 2025/26.





