Hoy, conviene plantear estrategias diferentes para el control de isocas en cada cultivo. La combinación de plantas pequeñas y plagas agresivas llama a utilizar distintas formas y productos para controlarlas.
Climatológicamente hablando se espera una campaña Niña, lo que significa menores lluvias, con tormentas más fuertes y temperaturas más extremas. Todo esto implica altas probabilidades de ver a los diferentes complejos de isocas en acción, ya que los controles naturales a partir de la alta frecuencia de precipitaciones parece que no ocurrirá este año.
Las isocas bolilleras (Helicoverpa gelotopoeon) tienen una forma de acción cuando el cultivo se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, donde actúan más como desbrotadoras, cortando el tallo principal por encima de los cotiledones. Esto anula el crecimiento apical y dispara el crecimiento de yemas laterales, pero las vainas que se vayan a lograr a partir de estas ramificaciones no logran compensar las potencialmente producidas por el tallo principal perdido. Pero el desafío de este tipo de cultivos, donde el desarrollo es bajo por falta de agua y poca área foliar, implica el uso de insecticidas que tengan una velocidad de acción y volteo inmediata, de forma tal de llegar al objetivo a controlar rápida y contundentemente. FMC ofrece dos productos para hacer frente a esta plaga: HERO® y Coragen®. El primero es un insecticida formulado en base a Bifentrin y Zetacipermetrina. Estos dos piretroides le proveen a HERO® un alto poder de volteo a partir de su acción de contacto e ingestión a partir de una sinergia que multiplica la velocidad de control, aspecto fundamental en cultivos sometidos a estrés hídrico y térmico, como puede ocurrir este año durante los primeros estadios vegetativos.
Por otro lado, Coragen® formulado en base a Rynaxypyr™, insecticida del grupo de las diamidas, de acción específica en lepidópteros, permite un control extra debido a su movilidad dentro de la hoja y su excelente residualidad para el control de esta plaga, principalmente por su hábito de enrolamiento de la hoja.
En el maíz se da el mismo problema. Orugas del complejo cogollero como Spodoptera frugiperda, que pueden actuar tanto como cortadoras o como desfoliadoras, en estado vegetativo actúan dentro del cogollo. La pérdida de sensibilidad de la especie a la proteína generada por los maíces transgénicos hace que sea una plaga que requiera un fuerte monitoreo y control de su evolución, ya que puede afectar el crecimiento de la planta, dañar la panoja y la posibilidad de generación de espigas. En este caso, el cultivo de maíz de siembra tardía presenta una tasa de crecimiento importante y una generación de área foliar que permite utilizar productos de alta residualidad en hoja durante varias semanas. Coragen® es ideal por su persistencia dentro de la planta y su poder de control sobre la plaga. Este insecticida le da al cultivo la protección durante el primer período de ataque de la plaga, tiempo necesario para desarrollarse y evitar los daños de Spodoptera en estos primeros estadíos (V2 a V7). El control se debe realizar en forma previa a la entrada dentro del cogollo, de manera de aumentar la eficiencia de control.
Las diferentes condiciones ambientales que ocurren a lo largo de los años traen consigo la necesidad de adaptarse y de usar herramientas variadas que permitan el control de plagas, en la forma más eficiente posible. FMC posee la paleta más completa de insecticidas con distintos modos de acción, que permiten establecer las mejores estrategias de control.