Un 74% del área de soja de primera no lograría cubrir los costos de producción, mientras que en el caso del maíz (tanto temprano como tardío) esa proporción sería del 48%, según destacó el portal de noticias agropecuarias Agrofy News.
Entidades coincidieron en plantear la necesidad de la eliminación de retenciones al campo, en una reunión que mantuvueron con la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados. La reunión estuvo presidida por Atilio Benedetti, de la UCR, y contó con representantes de todos los partidos.
En representación de la Sociedad Rural Argentina, Ivana Vidal señaló que «hace más de 23 años, desde que se reestablecieron los derechos de exportación, que venimos pregonando por su eliminación». Durante el encuentro que analizó las propuestas referidas a la baja de las retenciones al campo, Vidal dijo que «hay una posición conjunta de la Mesa de Enlace», y enumeró una serie de puntos. En primer lugar, la eliminación del articulo 755 del código aduanero, para que el ejecutivo no pueda realizar modificaciones en este tributo. Al mismo tiempo, piden la eliminación de las retenciones y que tiene que ser por ley por donde se traten los cambios en este impuesto.
«El productor comienza la siembra con una serie de impuestos, pero no sabe con qué derecho de exportación va a cosechar», indicó Angeles Naveyra, presidenta de la Fundación Barbechando.
Bajo este marco, indicó que tiene que haber previsibilidad. «Tenemos que trabajar juntos en la eliminación del artículo de Código Aduanero». También descartó que haya devolución de retenciones, sino que tiene que la eliminación tiene que ser a través de una baja gradual de la alícuota. Y que sea por ley.
Coninagro, que estuvo representada por Patricia Luque, puntualizó sobre la propuesta de eliminar los derechos de exportación: «Se puede comenzar por cultivos como el trigo y la cebada, que tienen un alto impacto productivo inmediato (este mismo invierno) y un bajo costo fiscal», destaca el documento.
Según indicó, esta decisión, acompañada de políticas normales como no restringir exportaciones y unificar el tipo de cambio, podría aumentar incrementar la producción más de un 50% y aportar 20.000 millones de dólares adicionales por exportaciones en sólo algunos años.
«Entendemos que el equilibrio fiscal es necesario, por eso, aunque preferimos una eliminación total e inmediata, estamos dispuestos a encontrar un camino gradual, firme y responsable. Los productores argentinos merecemos tener las mismas condiciones que sus pares en la región. Liberar su potencial significa más inversión, más empleo, más producción, más dólares para el país y más futuro para todos», resaltan desde Coninagro.
Al mismo tiempo, destacan que eliminar los DEX no implica resignar recursos fiscales, sino reorientarlos. Por ejemplo, si se eliminan los DEX al trigo, la superficie sembrada podría crecer un 10%, alcanzando las 6,93 millones de hectáreas, lo que implicaría un aumento del 12% en la producción, llegando a 20,4 millones de toneladas. Esto incrementaría el valor bruto de la producción en 522 millones de dólares y las exportaciones en un 20%.
«El impacto fiscal directo por la eliminación de DEX sería de -244 millones de dólares, pero considerando los impactos directos sobre los otros impuestos y el incremento de la producción deja un impacto neto consolidado negativo de apenas 63 millones de dólares. En otras palabras, por cada 4 dólares que se pierden por DEX, se recuperan 3 por otras vías», concluyen.
La microeconomía del productor
Ariel Angeli, líder de la unidad de Investigación y Desarrollo de CREA, en compañía de Sebastián Sabattini, integrante del CREA Victoria y de la Comisión Directiva de la entidad, explicó que la última Encuesta SEA CREA refleja que un 74% del área de soja de primera no lograría cubrir los costos de producción, mientras que en el caso del maíz (temprano + tardío) esa proporción sería del 48%.
Fuente: Agrofy News