Tecnología y clima: INTA monitorea la fusariosis del trigo con sistemas de predicción para proteger la cosecha

Especialistas del INTA diseñaron modelos que usan datos meteorológicos para pronosticar la Fusariosis de la Espiga de Trigo y la micotoxina DON, mejorando la gestión y la calidad del grano

 

La modelización como herramienta esencial para el manejo sanitario del cereal

La fusariosis de la espiga de trigo (FET) se posiciona como una de las enfermedades fúngicas más perjudiciales para el cereal, representando un riesgo significativo tanto a nivel productivo como sanitario. Para ofrecer asistencia en el manejo y la toma de decisiones, expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) han desarrollado sistemas de pronóstico basados en la modelización.

Esta iniciativa surgió de la estrecha correlación entre la fusariosis y las condiciones meteorológicas. Según Malvina Martínez, especialista del Instituto de Clima y Agua del INTA, la alta dependencia de la enfermedad a las condiciones meteorológicas permitió diseñar sistemas de pronóstico que asisten a productores e industriales en la anticipación y en la toma de mejores decisiones de manejo. Estos estudios no solo desarrollaron modelos para la enfermedad, sino también para la principal micotoxina asociada, el deoxinivalenol (DON).

Los análisis climáticos detallados revelaron patrones específicos. Por ejemplo, la campaña 2012/13, caracterizada por epifitias severas de la enfermedad, estuvo marcada por «condiciones neutrales del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), con un final del invierno y principio de primavera muy lluviosos y con altos niveles de humedad en el suelo,» explicó Natalia Gattinoni del Instituto de Clima y Agua del INTA. Los investigadores encontraron que la mayoría de las epidemias de Fusarium en el norte de la región pampeana ocurrieron en años con fase neutral de ENOS, mientras que hacia el sur, la relación es directa con fases El Niño. También se observó la influencia de fenómenos adicionales, como el Modo Anular del Sur (SAM).

Daños y Mitigación: el Impacto de la Fusariosis

La fusariosis es una enfermedad floral que se origina en las anteras, y su severidad final depende de múltiples episodios de infección durante el período susceptible. Los síntomas visibles incluyen el blanqueamiento prematuro de espigas y espiguillas y la manifestación de esporas de color anaranjado a rosado.

A nivel de grano, la infección se traduce en pérdidas de rendimiento y un deterioro significativo de la calidad. Los granos afectados presentan un menor peso hectolítrico y un mayor porcentaje de daño. Además, se ve comprometido su poder germinativo, vigor y tenor proteico. Un riesgo sanitario crucial radica en que el hongo sintetiza micotoxinas, como el DON, que perjudican la salud humana y animal, al igual que la comercialización del grano y sus subproductos.

Herramientas de Acceso Público para la Gestión

Para facilitar el seguimiento y monitoreo de la enfermedad, el INTA pone a disposición herramientas accesibles. A través de la plataforma Agrometeorología INTA, o también disponible en Argentina.gob.ar/inta, los usuarios pueden consultar el Índice de Fusarium en tiempo real. Para ello, deben seleccionar la estación meteorológica y la fecha de inicio del período susceptible.

La información proporcionada por estas plataformas cumple un doble propósito. Por un lado, permite ajustar el momento óptimo para la aplicación de control químico. Por otro lado, previo a la cosecha, ofrece mapas que visualizan la distribución de la enfermedad en la campaña, lo que facilita una estrategia de manejo eficiente de las partidas de trigo que ingresan a un molino, permitiendo anticipar el nivel estimado de infección.

Enrique Alberione, fitopatólogo del INTA Marcos Juárez, concluyó que disponer de un modelo predictivo tanto para el Fusarium como para el DON «significa darle a los productores y a la industria una herramienta de gestión basada en ciencia, que reduce riesgos y aumenta certezas en un contexto de alta variabilidad climática». De esta manera, el INTA fortalece la competitividad de la cadena triguera al contribuir al manejo integrado de la fusariosis.