Cosecha: el peligro oculto que cuesta millones

La mezcla involuntaria de cultivos amenaza la competitividad argentina. Expertos del INTA explican las pautas de gestión y limpieza para reducir este riesgo y minimizar pérdidas económicas

Expertos del INTA han destacado la importancia de prevenir la mezcla de distintos cultivos, que ocurre de manera involuntaria durante la cosecha, el transporte o el almacenamiento. Este fenómeno es conocido como commingling y representa un desafío invisible, pero cada vez más relevante, para la producción agrícola argentina.

El Riesgo que Trascinde lo Productivo

El problema del commingling no debe subestimarse, ya que sus efectos van más allá de lo productivo y alcanzan el plano comercial y de inocuidad alimentaria. Una de las principales preocupaciones es la seguridad alimentaria: incluso una mínima cantidad de un alérgeno con potencial alergénico, como soja, maní o trigo, puede desencadenar una reacción severa en una persona sensible.

A nivel comercial, el impacto económico es significativo. Si se detectan trazas de cultivos no declarados en cargas destinadas a la exportación, estas pueden enfrentar rechazos en destino, lo que se traduce en pérdidas. En mercados que demandan rótulos confiables y claros, la presencia de un grano mezclado puede ser la diferencia entre concretar una operación o perderla.

Gestión y Buenas Prácticas, la Clave

Según Gustavo Polenta, referente del Instituto de Tecnología de Alimentos del INTA en gestión de alérgenos, es necesario asumir que la mezcla de cultivos no es un accidente aislado, sino una característica inherente de la producción primaria. Debido a que la eliminación total del commingling es prácticamente imposible, el enfoque debe centrarse en la gestión y la adopción de buenas prácticas para reducir al máximo las probabilidades y sus consecuencias.

El INTA sostiene que la solución no es la «utópica tolerancia cero», sino una gestión fundamentada en la ciencia, la trazabilidad y la capacitación de toda la cadena.

Pautas Cruciales para Minimizar Riesgos

Para mitigar el riesgo de contaminación y sostener la competitividad del agro argentino, el INTA aconseja aplicar protocolos y pautas específicas:

  • Limpieza Exhaustiva: Es vital realizar una limpieza minuciosa de toda la maquinaria y equipos que intervienen en el proceso, incluyendo camiones, silos, tolvas y cosechadoras, antes de utilizarlos con otro cultivo.
  • Rotación y Segregación: Se recomienda llevar a cabo una rotación planificada de cultivos y la segregación de lotes. Esto es fundamental para reducir los riesgos de contaminación que puedan ocurrir entre campañas consecutivas, prestando atención también a los campos adyacentes.
  • Protocolos de Almacenamiento: Durante el transporte y el almacenamiento, deben aplicarse protocolos de segregación estrictos para evitar el cruce de granos en contenedores o silos.
  • Capacitación de la Cadena: Es fundamental capacitar a toda la cadena logística, incluyendo productores, operadores y transportistas, para que conozcan el impacto del problema y las maneras de minimizarlo.

El INTA cumple un rol clave al acompañar a los productores con conocimiento técnico, trabajando a su vez con organismos internacionales en la validación de métodos analíticos y la definición de umbrales de referencia para establecer criterios objetivos para el comercio.