El Ministerio de Agroindustria, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, realizó inspecciones en la provincia, que resultaron en la clausura de una aceitera e inhabilitación de una cerealera.
En la localidad cordobesa de Berrotarán se clausuró una importante firma dedicada a la elaboración de aceite crudo y alimento balanceado para animales rumeantes, y se interdictaron más de 36 toneladas de maíz, 98 toneladas de soja y 112 toneladas del producto elaborado.
Las acciones respondieron a que se constató que la firma no registraba el proceso industrial en los libros oficiales y generaba de esta manera información apócrifa en las declaraciones juradas de movimientos de granos y subproductos. Asimismo, la empresa tampoco aportó documentación comercial de amparo del cereal utilizado ni de los productos que comercializa.
En Las Junturas, partido de Río Segundo, se inhabilitó una planta dedicada al acopio y comercialización de cereales por haberse detectado que no concordaban los saldos asentados en el registro sistémico de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) con lo cubicado en existencia.
No se registraban adecuadamente las salidas de mercadería en los libros oficiales, hecho que impedía establecer la trazabilidad en la operatoria, por lo que además se pusieron bajo interdicción más de 50 toneladas de maíz y 400 toneladas de trigo.
Es importante destacar que la tarea de control y ordenamiento del sector granario propicia un marco comercial de mayor equidad entre los distintos actores, y protege a aquellos que administran sus industrias regidos por la normativa vigente que regula el mercado.