La cotización de la soja ha entrado en una meseta, pero que puede concluir en un precipicio, como son los 238 dólares que la oleaginosa cotiza a cosecha, 40 menos que en la actualidad. Infocampo consultó a especialistas del mercado granario e internacional para analizar la coyuntura, tanto a nivel nacional como internacional. Iván Barbero, analista del mercado de granos, aseguró que «venimos de un año de clima perfecto en Estados Unidos y Sudamérica, en EE.UU. tuvimos una producción de 108 millones de toneladas, y hasta ahora lo máximo había sido 92. Además, el euro y el petróleo no ayudan; a la caída del precio la veo más como un piso para los próximos años». Con respecto al panorama local Barbero señaló que «hasta los primeros días de enero se ha comercializado el 5% de las 55 millones de toneladas proyectadas para el ciclo 14/15, lo que se encuentra muy por detrás del 16% promedio de las últimas campañas para esta época». En este sentido, Barbero resaltó que «en términos absolutos, hasta el momento los productores han negociado menos de 3 millones de toneladas (prácticamente lo mismo que se ha comercializado a esta altura de 2014), lo que deja entrever que este volumen es inclusive menor al del período 08/09, cuando el fracaso productivo desembocó en un output de tan sólo 32 millones de toneladas».
Para comentar sobre este parate en la comercialización, Barbero expresó que «una de las razones para explicar esta parálisis en las operaciones de soja nueva debe buscarse por el lado de la rentabilidad; a modo de ejemplo, en un campo propio en el sur de Santa Fe, a los precios actuales, el ratio margen bruto/costos es el segundo más bajo de los últimos 10 años». Otro de los factores señalados por Barbero es que «más allá de la depresión en los precios debemos tomar en consideración que la cotización del dólar a 6 meses en el Rofex está proyectando una devaluación nuevamente superior al 30% en términos anualizados, luego de octubre y noviembre, que se ha ubicado en torno del 25%». Y continuó: «Si bien supone un fuerte ajuste respecto del 55% observado hace un año, la tasa actual es lo suficientemente elevada para que el productor siga considerando a la soja como la mejor alternativa de reserva de valor, y por ende postergue ventas». Por caso, Barbero expresó que «el escaso dinamismo que evidencia el mercado de soja nueva se justifica no sólo en la ajustada rentabilidad del negocio a estos precios, sino también en las perspectivas devaluatorias que hace que el panorama actual sea todavía más desalentador para desprenderse de la mercadería». A su vez, el analista del mercado de granos indicó que «por lo pronto, de mantenerse este escenario en los próximos meses, es muy probable que las primeras posiciones del ciclo 14/15 se fortalezcan en términos relativos contra las diferidas en el mercado de soja doméstica». Barbero añadió que «actualmente se observa que noviembre vale u$s10 más que julio, lo que resulta uno de los mayores spreads (brechas) de las últimas campa- ñas. A modo de comparación, durante el año pasado (como dijimos con un ritmo de ventas bastante similar) se ha vislumbrado que este diferencial se ha acercado a u$s15 en esta época, para luego llegar a estar invertido en los últimos días de abril y cerrar sobre finales de junio con un carry de solamente u$s2». Por su parte, Adriano Mandolesi, integrante de Roagro, también analizó el presente del mercado y cómo se irá a desarrollar en el mediano plazo. «En el plano internacional, los futuros de soja alcanzan los valores más bajos de los últimos tres meses, ya que presiona sobre las cotizaciones la histórica oferta global que se alcanzaría en el presente ciclo comercial totalizando más de 380 millones de toneladas».
A la hora de analizar la situación local en mayo, y con una soja con valores relativamente bajos, el analista expresó que «en la plaza local, proyecciones de una oferta holgada aminoran la necesidad de los compradores de poner demasiado énfasis en asegurarse mercadería, mientras que los valores negociados no resultan atractivos para los productores. Los precios a cosecha son bajos, y los costos son cada vez más altos. Los valores actuales de soja no cierran, pero el clima por ahora acompaña». Y continuó: «En cosecha será clave la logística que logre el productor, y por lo tanto recomendamos tomar cobertura priorizando este punto. Además, este año jugarán un rol central, a la hora de decidir las ventas, las necesidades de financiamiento que cada productor tenga. Las tasas de interés están en niveles elevados y el sistema bancario está restringiendo el crédito al productor, por eso la capacidad financiera propia será de suma importancia al momento de decidir las ventas». A la hora de comentar sobre si el mercado se puede reavivar y pegar un salto en los valores, Mandolesi aseveró que «estacionalmente la soja alcanza su nivel más bajo para finales del mes de enero. Ahora la clave será la recta final de la campaña en el hemisferio sur, seguramente habrá algún ruido climático inesperado y algún recorte, mayor principalmente en Brasil, que podría impulsar una recuperación de los precios. Luego serán relevantes las primeras proyecciones de área de siembra para la próxima campaña de Estados Unidos y ahí la relación de precios soja/ maíz será el indicador a seguir. Si China sigue activa como comprador, seguramente los números de stocks finales volverán a ajustarse y esta situación tendrá su correlato en mejores valores». La cosecha argentina alcanzaría unas 55 millones de toneladas, lo cual sería un nuevo récord.
Fuente: Revista Infocampo.