Esta maleza representa un desafío en el sudeste santiagueño. Productores de Aapresid junto a técnicos de INTA testean con éxito alternativas no químicas para su
control.
La Chacra Aapresid Bandera nació en el año 2014 a partir de la necesidad de un
grupo de productores de generar conocimiento y estrategias para lidiar con la
problemática de malezas que arremetía contra los rindes en la zona.
Desde entonces, el grupo ha estudiado las dinámicas de emergencia de las distintas
especies y diseñado planes de manejo integrado, apostando la diversificación de
secuencias, al uso de cultivos de servicios y estrategias químicas.
Borreria (Borreria sp.) es sin dudas una de las más complicadas, y esto se debe a
cuatro aspectos: es tolerante al glifosato, se adapta a diversos ambientes (incluso
salinos), tiene alta capacidad de reproducción por semillas y estructuras como
xilopodios y rizomas; y sus semillas presentan dormición, lo que hace difícil predecir el
momento de germinación. Además, presenta una ventana de emergencia
relativamente amplia y exige monitoreos sistemáticos para decidir cuándo aplicar un
control.
En este escenario, el grupo de la Chacra Bandera se propuso evaluar alternativas no
químicas que permitan complementar el esquema de manejo a campo, permitiendo
reducir costos de control químico y el impacto ambiental asociado.
Intensificación de rotaciones: “A Borreria no le gusta esto”
La Chacra se alió con técnicos de INTA Quimilí para evaluar cómo la intensificación
de las secuencias de cultivos con la inclusión de cultivos de renta (trigo) y de
servicios (vicia) durante el invierno impactan sobre la emergencia de Borreria.
Los resultados sugieren que la inclusión de cultivos como vicia o trigo dificulta la
instalación de la maleza respecto de planteos bajo barbecho. Esto se debe a que
las semillas de Borreria rompen su dormición con temperaturas alternadas y luz, por lo
que la presencia de cobertura vegetal reduce estas condiciones e inhibe la
germinación.
Sin embargo, el efecto depende del cultivo. Sobre vicia, directamente no se
observaron emergencias de la maleza, mientras que sobre trigo se registraron
algunas plántulas. Esto puede deberse a que si bien la vicia tiene menor cantidad de
biomasa que el trigo, su hábito de crecimiento decumbente y su mayor permanencia
en el lote inhibieron la llegada de luz al suelo.
Más allá de esto, el cultivo de trigo redujo el posterior crecimiento de la maleza en
comparación con el barbecho, lo que sugiere que el cultivo invernal es un buen
competidor contra la maleza.
Por otra parte, la intensificación concentró las emergencias en el tiempo, lo que
reduciría la necesidad de controles químicos. Así, estos ensayos sobre
estrategias no químicas en el control de Borreria mostraron resultados alentadores.
La Chacra Bandera es uno de los 12 proyectos de I+D (“Chacras”) liderados por
productores, que de la mano de expertos y empresas buscan dar respuestas a las
demandas del productor a través del desarrollo de tecnologías sustentables en los
diferentes ambientes y sistemas de producción. Todas se enmarcan en el programa
Sistema Chacras Aapresid, que este 2024 cumple 15 años de trabajo de investigación
“con los pies en la tierra”.