El desarrollo de nuevos mercados supone retos adicionales para los equipos argentinos, no solo en el plano comercial. En el caso del cabezal maicero Mainero MDD-100, su incursión en campos de Canadá y el norte de Estados Unidos impuso el desafío de trabajar en condiciones climáticas muy diferentes a las que predominan en Argentina.
Por caso, en Canadá el cabezal fabricado en Bell Ville (Córdoba) debió recolectar maíz en un lote cubierto de nieve.
“El desempeño fue muy satisfactorio. A todos les sorprende su capacidad de cosechar en cualquier dirección y a cualquier distancia entre hileras, con gran adaptabilidad a las diferentes condiciones de piso”, destaca Juan Carlos Ruano, Gerente de Comercio Exterior de Mainero.
En 2015, Mainero envió 15 cabezales MDD-100 hacia América del Norte y para 2016 proyecta exportar 50 unidades. “Estamos por embarcar 27 equipos y seguimos recibiendo pedidos de Estados Unidos, Canadá, Rusia y Sudáfrica, además de los mercados latinoamericanos”, remarca Ruano.
La principal innovación del cabezal MDD-100 es su capacidad para recolectar maíz en cualquier dirección y a cualquier distancia entre hileras.
Este punto es clave en mercados como el norteamericano, donde el maíz se siembra en múltiples configuraciones, que incluyen planteos en líneas regulares desde 40 a 100 cm entre hileras, más las modalidades de surcos gemelos o apareados.
La posibilidad de cosechar todas esas combinaciones con un mismo equipo resulta sencillamente revolucionario para esos mercados, máxime cuando ni siquiera hace falta seguir la dirección del sembrado.
Fuente: Maquinac