Según informó la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación, la exportación de genética en la cadena avícola argentina experimentó un crecimiento espectacular del 137 %.
La primera mitad del año marcó un hito para el sector avícola argentino, con exportaciones de aves vivas y huevos fértiles disparándose un 137% en volumen y 91% en valor, consolidando al país como un actor clave en el mercado global gracias a su genética de prestigio y un estatus sanitario privilegiado.
Según un informe de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación, la exportación de genética en la cadena avícola argentina experimentó un crecimiento espectacular del 137 % en volumen en la primera mitad del año, en comparación con el mismo período de 2024. Este incremento se tradujo en la certificación por SENASA de un total de 2,73 millones de aves vivas y huevos fértiles exportados. En términos económicos, el valor total de estas exportaciones alcanzó los 1,9 millones de dólares FOB, lo que representa un incremento del 91% respecto al valor registrado en el primer semestre de 2024. Los principales destinos para estos envíos de aves vivas y material reproductivo fueron México, Paraguay y Uruguay.
El éxito exportador argentino se sustenta en la calidad de su producción avícola, que utiliza líneas de genética de reconocido prestigio internacional, asegurando la más alta eficiencia, sanidad y los mejores resultados para la obtención de productos de excelente calidad. Un factor diferencial crucial es el status sanitario del país, certificado como libre de Influenza Aviar y Newcastle. Esta condición, sumada a la existencia de compartimentos de genética certificados por SENASA, permite a Argentina exportar a diversos países, utilizando la sanidad como un distintivo competitivo. Cabe destacar que estos compartimentos de genética, libres de enfermedades como la Influenza Aviar y Newcastle, son una herramienta contemplada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) para la exportación de aves vivas y huevos fértiles, y han sido reglamentados en Argentina por la Resolución SENASA 484/2017.
Paralelamente al auge exportador, las importaciones de genética de reproductoras livianas, empleadas en la cadena ovoavícola, también mostraron un notable incremento. Comparando el primer semestre de 2025 con su equivalente de 2024, estas importaciones presentaron un crecimiento del 32%. Dicho aumento responde directamente al crecimiento del stock de gallinas ponedoras, impulsado por la fuerte demanda de huevos de consumo en el mercado local, la cual supera los 362 huevos por persona por año.