El próximo 18 de abril dará comienzo la Maestría en Patología Vegetal, carrera dictada por el Instituto de Patología Vegetal (IPAVE) del INTA, en convenio con la Escuela de Graduados de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Córdoba.
La maestría está dirigida a los profesionales que trabajan en los semilleros, ingenieros agrónomos, a los profesionales que trabajan asesorando y a las empresas que hacen diagnóstico, entre otros y apunta a formar recursos humanos capaces de solucionar los problemas fitosanitarios en el marco de una agricultura sostenible y no contaminante.
En relación a la importancia de perfeccionarse y actualizarse en patología vegetal, María de la Paz Giménez, investigadora del INTA, apuntó que “Las enfermedades se modifican mucho con el ambiente, por lo que el cambio climático afecta muchísimo, no solamente a los patógenos hongos y bacterias sino también los virus transmitidos por insectos que van modificando sus comportamientos con este cambio del clima; esto produce que en Argentina muchos de ellos vayan bajando; digo bajando porque van acompañando a la agricultura que ha expandido sus fronteras hacia la zona norte y oeste del país, esto gracias a la siembra directa que permite la agricultura en zonas semiáridas, desplazando a la ganadería a regiones marginales. Entonces trabajamos en zonas donde antes no lo hacíamos, zonas cálidas y lo que antes nos mostraba una diferenciación entre zona núcleo y otras, ahora eso ha cambiado y ya es un gran continuo, lo que produce que muchas enfermedades vengan desde el norte”.
A cambios productivos y de clima, nuevas patologías en los cultivos
Otros factores como el desmonte y la incorporación de nuevas tecnologías que permiten la siembra donde antes no se podía, han facilitado en la actualidad se establezcan enfermedades que antes no se veían en las zonas agrícolas.
“Hoy podemos ver muchas patologías tanto de aquellas que podemos denominar nuestras y que solamente a nosotros nos interesa investigar, como es el su patosistema para poder manejarlo, como es el caso del Mal de Río IV y tenemos otras que están viniendo desde afuera, enfermedades que nunca tuvimos como el lunar blanco o mancha blanca del maíz, que nadie sabe muy bien cuál es la causa. Actualmente tenemos un sistema de patologías terriblemente dinámico, por lo que los profesionales necesitan basasrse en investigaciones recientes para poder dar respuesta.
Uno de los objetivos de la maestría es que los investigadores, tanto de la universidad como del Instituto de Patología Vegetal, podamos transmitir esos conocimientos a los profesionales y ellos a la gente que trabaja directamente en la producción”, finalizó la investigadora del IPAVE.
Para más información: gimenez.mariadelapaz@inta.gob.ar