En la antesala de una nueva campaña gruesa, el análisis de semillas se consolida como una práctica indispensable. Más que un requisito técnico, es el punto de partida para una siembra exitosa, permitiendo maximizar la productividad de los lotes y optimizar recursos, con un costo mínimo frente a los riesgos económicos y productivos de una mala calidad.
La Relevancia Crucial del Análisis Pre-Siembra
La responsable del Laboratorio de Semillas de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Julieta Strada destacó la importancia de no considerar las semillas solo como un concepto técnico, sino como el fundamento para una exitosa implantación y para maximizar la productividad. En diálogo ante MundoAgro, recordó una de las recomendaciones principales para iniciar una campaña agrícola: el análisis de semilla antes de la siembra, especialmente cuando se deben tomar decisiones estratégicas, ya que la información adecuada es clave para una elección acertada. «Contar con una semilla de calidad es tan fundamental como disponer de agua y un buen suelo para iniciar una campaña agrícola», destacó Strada.
El costo de un análisis de semilla es ínfimo comparado con el gasto total de un proceso de siembra. Sin embargo, los resultados de una mala siembra, causada por una semilla de baja calidad, pueden ser catastróficos. Las pérdidas no son solo económicas –en maquinaria, combustible y mano de obra–, sino que se pierde la oportunidad de aprovechar la ventana óptima de siembra. Cada cultivo tiene su momento ideal, que depende de la humedad del suelo y las temperaturas, y una resiembra posterior no puede recuperar ese tiempo óptimo perdido, más allá de la posibilidad económica de realizarla. En resumen, un buen análisis asegura la optimización de recursos económicos y naturales.
El Poder Germinativo: El Indicador Fisiológico Clave
Según Strada, «el análisis más importante que se realiza en el laboratorio es el de poder germinativo (PG). Este es un análisis fisiológico que evalúa la capacidad óptima de germinación de una semilla, confirmando si realmente germinará. Para llevarlo a cabo, las semillas se colocan en condiciones óptimas de temperatura, humedad y sustrato, de acuerdo con protocolos internacionales, permitiéndoles expresar su máximo potencial sin impedimentos», agregó.
El porcentaje de poder germinativo es esencial para los productores, ya que permite, en primera instancia, ajustar la densidad de siembra. El objetivo es lograr una cantidad deseada de plantas por hectárea para una cobertura homogénea del lote, una alta competitividad con las malezas y una optimización del uso de los recursos. Si una semilla tiene un bajo poder germinativo, por ejemplo, del 80%, se requerirá un ajuste en los kilos de semilla a sembrar por hectárea para compensar las que no germinarán. Este análisis también es útil para tomar decisiones técnicas u operativas, como seleccionar la mejor semilla disponible para los lotes más productivos.
Tendencias de la Campaña: Calidad de Soja Excelente y el Auge del Sorgo
En la preparación para la campaña gruesa, la calidad general de la semilla se presenta favorable. En el caso de la soja, se reporta una muy buena calidad esta campaña. Más del 90% de las 400 muestras analizadas superan el estándar INASE del 80% de poder germinativo, y más del 60% incluso exceden el 95% de PG, mostrando valores excelentes.
Para el maíz, debido a que son híbridos y se adquieren en bolsas nuevas, el laboratorio recibe muchas solicitudes de retesteos de bolsas remanentes de campañas anteriores. Es crucial prestar atención a las bolsas de maíz con un año y medio o más de antigüedad, ya que fueron cosechadas en campañas anteriores y su calidad puede verse afectada.
Una novedad destacada en esta campaña es la cantidad de muestras de sorgo que están llegando al laboratorio. Aunque tradicionalmente no es un cultivo principal en la provincia de Córdoba, muchos productores lo están considerando como una alternativa al maíz, especialmente después de la problemática de los ataques de chicharrita en la campaña pasada. El sorgo es una gramínea de verano, similar al maíz en época de siembra y crecimiento, pero es un cultivo mucho más rústico, adaptable a suelos salinos y sódicos, con menores requerimientos hídricos. Originalmente usado en zonas marginales, hoy también se utiliza en áreas altamente productivas. Además, el desarrollo de la producción de bioetanol a partir de sorgo abre un panorama de uso más amplio y rentable para el productor, aumentando su atractivo.
La buena calidad general de las semillas esta campaña se atribuye a una campaña pasada climáticamente muy amigable, que no tuvo mayores sobresaltos. Esto contrasta con las tres campañas anteriores, que se vieron afectadas por fenómenos «Niña», heladas tempranas y temporales durante la cosecha, factores que afectan directamente a la planta madre y, por ende, a la calidad de la semilla producida.
El Proceso Laboratorio: Desde la Muestra hasta el Asesoramiento Personalizado
El laboratorio ofrece un contacto personalizado con los clientes, brindando asesoramiento previo a la realización de los análisis y, una vez entregados los resultados, un servicio de interpretación analítica para una mejor comprensión de la calidad de la semilla.
Para garantizar la fiabilidad del análisis, los productores deben traer una muestra representativa del lote, obtenida a través de un muestreo adecuado para armar una muestra compuesta con un peso apropiado para la especie. Es preferible que la muestra sea lo más parecida posible a cómo se sembrará en el campo, lo que significa que es mejor traerla después de realizar procesos de limpieza como el zarandeo para quitar materia inerte o maleza. Las impurezas o una mala conservación (con malezas, humedad o mucha materia inerte) pueden afectar negativamente el poder germinativo de la semilla.
Una vez que la semilla llega al laboratorio, se registra la especie y cualquier identificación especial del usuario, definiendo los análisis a realizar. Para el poder germinativo, la muestra se cuartea para homogeneizarla y se toman cuatro repeticiones de 100 semillas, siguiendo normas internacionales de análisis. Estas se siembran en un sustrato definido por la especie (por ejemplo, arena para soja, papel para trigo) y se colocan en cámaras de germinación con condiciones óptimas de temperatura y luz. Transcurrido el período establecido, se evalúa la cantidad de semillas que desarrollaron una plántula normal, con todas sus estructuras sanas y adecuadamente desarrolladas.
Para que un productor pueda traer sus muestras al laboratorio de la bolsa de cereales, debe comunicarse previamente para recibir las indicaciones específicas de la especie a analizar y darse de alta como usuario del laboratorio.
