Ingresaron a la Comisión de Agricultura y aun no fueron considerados. Además, hay otras 37 iniciativas que tuvieron algún tipo de tratamiento, ya sea a nivel asesores o legisladores, pero no fueron despachadas.
En lo que va del 2017 la comisión de agricultura de Diputados se reunió en dos oportunidades y no alcanzó el quórum para sesionar; mientras que en Senado, las convocatorias fueron por jornadas informativas.
Este año 44 proyectos de ley ingresaron a las comisiones de Agricultura y aun no fueron considerados. Y hay otras 37 iniciativas que tuvieron algún tipo de tratamiento, ya sea a nivel asesores o legisladores, pero no fueron despachadas. En ninguna de ellas avanzaron con dictámenes de proyectos de ley que el sector tiene pendiente como ley de semillas, seguro multiriesgo, ley de lechería, registro y aplicaciones de fitosanitarios, trazabilidad del algodón, maquinaria agrícola o producción orgánica.
De marzo al día de hoy, la comisión de Agricultura y Ganadería de Diputados se reunió en cuatro oportunidades: primero, en una jornada informativa para que expongan actores sobre el seguro multiriesgo; y luego, para tratar la creación del Instituto Nacional de la Pera y la Manzana, que en una primera oportunidad no alcanzó el quórum reglamentario, y en un segundo intento, se suspendió antes de generarse el encuentro. La cuarta convocatoria para tratar proyectos de maquinaria agrícola, porcinos y yerba mate también se frustró porque no alcanzaron el número reglamentario para sesionar.
La falta de resultados es protagonista, a pesar de un escenario de poder divido entre tres fuerzas (PRO, UNA y FPV) que podría haber permitido el avance en base a alianzas y con un espíritu no confrontativo. Tanto miembros del oficialismo como de la oposición tienen proyectos de interés en esa comisión: para el PRO, la ley de semillas; para el Frente para la Victoria medidas para los productores de peras y manzanas; y para el massismo, políticas para el sector lácteo.
En Senado, la comisión de Agricultura mermó la labor a reuniones informativas a las que asistieron distintos referentes para exponer sobre el Fondagro, caminos rurales, ganadería, lechería, agricultura familiar, entre otros. En lo que va del año, en dos oportunidades se puso en consideración un proyecto para establecer la utilización de madera nacional en la obra pública, pero no logró el quórum necesario para dictaminar la iniciativa.
Vale recodar que ese cuerpo tiene una serie de proyectos pendientes que cuentan con media sanción, es decir, están a un paso de convertirse en ley como: un régimen de promoción de la producción orgánica, de trazabilidad de la calidad del algodón o de registro de fitosanitarios.
El descenso de la actividad en las Comisiones de Agricultura y Ganadería de ambas cámaras es indudable si se toma en consideración otras comisiones que tratan cuestiones de interés para el campo. Por ejemplo, la comisión de Ambiente, en Diputados, fue convocada en seis oportunidades, y cuatro en Senado; mientras que las comisiones de Economías regionales, nueve en Diputados y casi treinta en Senado.
La productividad de las comisiones no se mide por la cantidad de reuniones convocadas ni los proyectos dictaminados, sino por el debate interno, por las reuniones de asesores, por las mejoras y aportes, por convocar a la mayor cantidad de actores involucrados. De nada sirve brindar un premio para quien hable más veces en el recinto o presente mayor cantidad de leyes, sino aquel que abra el debate y coopere para alcanzar leyes cumplibles, representativas y de largo plazo.