Un grupo de más de 200 científicos de 73 instituciones alrededor del mundo develaron la primera secuencia de referencia para el esencial grano, omnipresente en la dieta básica global. El genoma es cinco veces más complejo que el del genoma humano y 40 veces mayor que el del arroz
Un equipo internacional compuesto por más de 200 científicos publicó este viernes la primera secuencia de referencia del genoma del trigo, a partir de la cual se espera poder realizar importantes mejoras agronómicas sobre el cereal más consumido en todo el mundo, haciéndolo más resistente a enfermedades, sequías o el frío.
El Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), que ocupa una posición de líder en el Consorcio Internacional de Secuenciado del Genoma de Trigo (IWGSC), explicó en un comunicado que se han identificado más de 107.000 genes y cuatro millones de marcadores.
Etienne Paux, uno de los científicos implicados en este trabajo entre 73 instituciones científicas de todo el undo que se ha desarrollado durante 13 años, dijo a la agencia española EFE que se ha secuenciado al completo una de las decenas de miles de variedades de trigo blando que se conocen, la Chinese Spring utilizada para fabricar harina.
Paux hizo notar que algunos de los genes ahora conocidos están implicados en la calidad del grano, la resistencia a las enfermedades o la tolerancia de la sequía, lo que debe permitir crear variedades más rápidamente que hasta ahora para una mayor productividad y para cultivar el trigo con menos pesticidas.
El secuenciado completo permite estudiar la organización de los genes, cómo se regula su expresión y entender los mecanismos de su evolución desde su formación hace unos 10.000 años.
El INRA destacó que el tamaño y la complejidad del genoma del trigo es cinco veces mayor que el del genoma humano y 40 veces mayor que el del arroz.
El trigo blando es el cereal más cultivado en el mundo, con 220 millones de hectáreas y constituye el alimento de base para el 30 % de los humanos. De hecho, supone de media el 20 % de las necesidades alimentarias.
Teniendo en cuenta el crecimiento de la población mundial, proyectada en 9.600 millones de personas para el 2050, y unas condiciones medioambientales y sociales sostenibles, se calcula que hace falta una progresión anual de los rendimientos del trigo del 1,7 %.
Se espera que la disponibilidad de una secuencia de genoma de referencia de alta calidad aumente la mejora del trigo durante las próximas décadas, con beneficios similares a los observados con el maíz y el arroz después de que se produjeron sus secuencias de referencia.
La secuenciación del genoma del trigo se consideró durante mucho tiempo «una tarea imposible», como sostiene el Consorcio del Trigo, debido a su enorme tamaño y complejidad, ya que el trigo panificado tiene tres subgenomas y más del 85 % está compuesto de elementos repetidos.
El IWSGC es un consorcio internacional compuesto por 2.400 miembros en 68 países, establecido en 2005 por iniciativa de agricultores, científicos y mejoradores de trigo en instituciones públicas y privadas. En América Latina tiene presencia en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Nicaragua, Perú y Uruguay.