Los girasoleros anticipan una campaña pujante con mejores perspectivas de siembra. Para un buen establecimiento del cultivo los productores cuentan con el tratamiento hormonal Stimulate de Stoller, que asegura una mejor implantación.
El girasol aspira a tener una campaña próspera, en especial en el NEA que es la región en la que mejor expresa su potencial. Aunque este año el trigo le viene compitiendo fuerte apalancado por el buen precio, y algunos lotes se mantienen ocupados en momentos en que debiera ir arrancando la siembra de girasol, los asesores técnicos saben que al girasol “no hay con que darle” en la zona. “El que es girasolero de alma espera para hacerlo como cultivo de primera y luego lo rota con una soja de segunda logrando un excelente planteo”, explica Mariano Brondi, Asesor Técnico Regional de Stoller en el NEA (Norte de Santa Fe, Chaco). “La siembra optima del girasol es para mediados de julio a fines de agosto y los que son productores fieles de girasol lo esperan porque en esta zona el cultivo expresa su mejor performance”, agrega Brondi.
El caso es que aquéllos que piensan en un girasol de punta deben tener en cuenta varias premisas para asegurar un buen arranque del cultivo. “Primero pensar en un híbrido de primera marca, y la aplicación de un herbicida pre emergente”, indica Brondi que potencie el buen establecimiento del cultivo, como lo hace Stimulate de Stoller. “Se trata de un compuesto que aporta tres hormonas (Auxinas, Citoquininas y Giberelinas) de forma balanceada, de manera que la planta logra una germinación uniforme, rápida y promueve el desarrollo radicular y el equilibrio hormonal, lo que aumenta la absorción de agua y nutrientes, además de generar resistencia ante situaciones de estrés típicas del NEA como la fitotoxicidad, la salinidad o el encharcamiento por lluvias tempranas”.
El proceso de tratamiento se puede hacer en tachos de inoculación y también en plantas de tratamiento profesional, pero Brondi concuerda en que el productor necesita conocer estos productos más a fondo. “Son tecnologías nuevas que se empiezan a utilizar para mejorar el stand de plantas. Normalmente, las semillas de girasol ya vienen curadas y los productores se resisten a abrir la bolsa y agregar producto; pero en cuanto ven los resultados, y que ya no es suficiente el curado sólo con el agregado de insecticidas y fungicidas, toman la decisión”, argumenta.
Llegados al punto de entender los buenos oficios de Stimulate vale consagrar que es el complemento ideal para arrancar un girasol con un buen stand de plantas, que para el NEA puede estar entre 50000 a 60000 plantas por hectáreas. “Protegiendo el componente principal del rinde que es la cantidad de plantas por hectárea, empezamos con el pie derecho”, afirma Brondi quien especifica que Stoller tiene otras herramientas para apoyar el desarrollo del cultivo. “Una vez implantado conviene corregirlo con una fertilización foliar balanceada (Mastermins Plus) y Stimulate (que también se puede aplicar foliar). Ambos aportan fertilización balanceada con micro y macronutrientes, balanceando con el ingrediente hormonal, favoreciendo el desarrollo vegetativo y aumentando el rendimiento”.
Luego, en estadío reproductivo, Brondi recomienda otro producto de Stoller, Sett. “Es un compuesto de Calcio / Boro más un regulador de crecimiento que se aplica en forma foliar en R1 a R2, y que incrementa la retención de estructuras reproductivas utilizando el proceso de polinización y aumentando el número de granos y su peso. En síntesis, cubre los requerimientos de Boro y Calcio de la planta con respuestas promedio de 15% de rendimiento”, completó.