En un contexto internacional desfavorable, aumento de derechos de exportación y dificultad de los precios internos en seguir el ritmo del dólar, los granos han deteriorado su poder de compra en el último año, siendo la soja y el maíz los más perjudicados, con pérdidas promedios de 39,2% y 33,5% respectivamente. El trigo fue el menos afectado, con una baja del 15,2%.
Durante el último año, los precios de los granos en el mercado disponible en Rosario retrocedieron, principalmente, por un escenario de abundante oferta mundial, aumento de los derechos de exportación y la dificultad de los precios internos en seguir el ritmo del dólar. De esta manera, comparando con abril de 2018, la soja perdió USD 90 por tonelada, el maíz USD 47,4, el trigo USD 35 y el sorgo USD 43.
Si bien el contexto internacional no fue favorable para los cultivos, esto no explica la totalidad de la caída de los precios en dólares del mercado local. Para el caso del maíz y del trigo en septiembre se reintrodujeron derechos de exportación, que al mes de abril promediaron 9,3% para ambos cultivos, alejando las cotizaciones en el mercado interno de los precios internacionales. Por otro lado, al mes de abril de este año el tipo de cambio acumula una variación interanual de 113%, mientras que el aumento del precio de los granos en pesos fue de 78% para trigo, 56% para maíz y 50% para soja, explicando parte de la caída en el precio disponible en dólares.
En este contexto, el poder de compra de los principales commodities agrícolas ha caído, evidenciándose en la cantidad necesaria de producción para adquirir una determinada cantidad de insumos. Por lo tanto, en plena cosecha de soja y maíz, es de suma importancia observar la relación insumo-producto para analizar la conveniencia de calzar una parte de la producción a través de la compra de insumos para fijar los costos de producción de la nueva campaña. La soja fue la más perjudicada, con un deterioro en el poder de compra promedio del 39%. Para comprar glifosato o semillas en abril de 2019 se necesitó un 62% y 42% más poroto de soja que el año anterior. Respecto a los fertilizantes fosforados la variación interanual indica que se requirió un 36% más de grano. El maíz sufrió un deterioro en su poder adquisitivo del 33,5%, para comprar urea o semillas se necesitó un 32% y 36% más de grano que en abril de 2018. Los aumentos en la relación insumo-producto obedecen a que la caída en los precios de los granos fue superior a la disminución de los precios en dólares de algunos insumos como el gasoil, los fertilizantes fosforados y la urea. El glifosato fue uno de los pocos insumos que aumentó (14%) respecto al mismo mes del año pasado, y al ser uno de los principales insumos para el cultivo de soja, contribuyó al detrimento del poder de compra de la oleaginosa.
El trigo fue el menos perjudicado, con un deterioro del 15% en su poder de compra, debido a que su precio registró la menor caída respecto a abril de 2018. Si bien aumentó la cantidad necesaria de trigo para adquirir fertilizantes y semillas, la relación insumo producto se encuentra en niveles relativamente bajos comparando con años anteriores, lo que genera un incentivo para aportar tecnología al cultivo con el afán de mejorar su calidad comercial y aportar a la sustentabilidad de nuestros suelos en una campaña donde la siembra de este cereal crecería y sería récord nuevamente.
Por otro lado, es plausible contrastar el poder adquisitivo entre los distintos granos, a los efectos de determinar una estrategia en el plano comercial. La relación soja/trigo, que mide cuantas toneladas de trigo se pueden comprar con una tonelada de soja, se ubicó en abril de 2019 en el valor más bajo de los últimos cinco años con 1,2 toneladas, un 28% inferior al promedio del periodo. La relación maíz/trigo presenta una situación similar pero en menor magnitud, ubicándose en 0,74 toneladas, valor 18% menor al promedio de los últimos cinco años. La relación soja/maíz se encuentra en torno a las 1,6 toneladas, cercano a las 1,85 toneladas promedio de los últimos cinco años. En este sentido y en base a los datos expuestos, se evidencia que los cereales presentan una relación más favorable en términos de precios e insumos que la soja. En un año de cosecha récord de maíz y ante la inminente siembra de trigo, es de suma importancia seguir estas variables con el afán de conseguir un mejor resultado económico en un contexto internacional desfavorable para los commodities agrícolas. Es importante destacar el fuerte deterioro sufrido durante el último año en el poder adquisitivo de la producción agrícola y que, de no ser por una cosecha con excelentes resultados productivos, afrontar la nueva cosecha 2019/20 sería un gran desafío.
Fuente: Departamento de Economía Bolsa de Cereales de Córdoba