La Bolsa de Cereales de Córdoba publicó un nuevo informe agroeconómico en el que deja en claro que producir en campo arrendado fue un mal negocio durante la última campaña 2017/18.
La soja marcó márgenes negativos, algo que no sucedía desde hace seis ciclos. El maíz, casi “empató” con los costos. En campo propio, los dos cultivos dejaron ganancia.
En promedio, productores y contratistas que sembraron y cosecharon soja en un campo alquilado, perdieron 95 dólares por hectárea.
Es la primera vez que la oleaginosa deja un margen negativo desde el ciclo 2011/12, cuando se perdieron 153 dólares por hectárea.
En el maíz, en tanto, la perspectiva mejoró pero no a niveles tan atractivos: tras perder dos dólares por hectárea en el ciclo 2016/17, en la última campaña ganó seis dólares; es decir, casi que empató con los costos productivos.
Soja
Según el informe de la entidad bursátil, el principal factor que perjudicó a la oleaginosa fue el derrumbe de los rendimientos como consecuencia de la sequía.
Se ubicaron en apenas 20,5 quintales por hectárea y, aunque el precio al momento de cosecha (305 dólares la tonelada) fue el más alto en cuatro años, no logró compensar el impacto de esta merma de rindes, aun cuando los gastos comerciales y los costos directos decayeron.
De esta manera, en campo propio la soja dejó un promedio de 225 dólares por hectárea en Córdoba, uno de los márgenes más bajos de los últimos años; mientras que en campo alquilado se dio la mencionada pérdida de casi 100 dólares por hectárea.
“Comparando con campañas previas, la campaña 2017/18 para soja cierra con uno de los peores resultados, tanto en campo propio como campo arrendado, hecho que se agrava en esta última opción al ser un resultado de quebranto, situación que no sucedía desde la campaña 2011/2012. Asimismo, es necesario tener en consideración que el cálculo de márgenes no tiene en cuenta aquellos productores que sufrieron una pérdida total o parcial en sus lotes, obteniendo un resultado negativo equivalente a la inversión al comienzo del ciclo”, evaluaron desde la Bolsa.
Maíz
En cuanto al maíz, si bien la caída de rindes también fue considerable (65 quintales por hectárea, casi 20 por debajo de la campaña anterior), el repunte del precio hasta 160 dólares la tonelada sí compensó este panorama.
Así, en campo propio el maíz le ganó a la soja, con un margen de 327 dólares por hectárea, 98 dólares más que en el ciclo previo.
“Es importante resaltar que este cálculo no tiene en cuenta aquellos productores que perdieron su producción por las inclemencias climáticas durante la producción del cultivo, por lo que si bien hay productores que experimentaron un mejor resultado frente a la campaña previa, hay otros que perdieron gran parte o la totalidad del cultivo y, por lo tanto, de la inversión que realizaron al comienzo del ciclo productivo”, aclaró la Bolsa.