La Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) elaboró dos informes en los que señala las principales malezas e insectos que están presentando las mayores complicaciones en los lotes
Córdoba:Para la campaña estival 2019/20 las malezas más difíciles de controlar reportadas por la red de colaboradores DIA son Yuyo Colorado(Amaranthus sp.), Rama Negra(Conyza bonariensis),Sorgo de Alepo(Sorghum halepense) yEleusine(Eleusine sp.). Tanto el yuyo colorado como la rama negra tienenla particularidad de encontrarse en todala zona agrícola de la provincia. La resistencia creciente al glifosato de las malezascontinúallevando ala necesidad de diversificar cada vez más los mecanismos de control, que incluyen gran variedad de productofitosanitarios, cultivos de servicio e incluso control mecánico en zonas puntuales.Otras provinciasLas malezas de mayor dificultad de control en Córdoba también se encontraron en La Pampa, Santiago del Estero y San Luis, provincias también monitoreadas desde la BCCBA. Se destacan además Chloris virgata en La Pampa y Santiago del Estero y alta incidencia de Gramilla Mansa (Cynodon hirsutus) en San Luis.CórdobaLa competencia por espacio, luz, nutrientes y agua con malezas es una de las principales problemáticas con las que se enfrenta un productor. Desde la Bolsa de Cereales de Córdoba se realizóun relevamiento sobre la situación actualde las malezasmás agresivas de la campaña 2019/20. Se repiten las malezas observadas en 2018/19y aun conmayor incidencia este año,lo que muestra como la resistenciaa herbicidases un problema cada vez más importante.Yuyo Colorado(Amaranthus sp.) y Rama Negra(Conyza bonariensis) se revelaron como dos de las cuatro malezas más importantes en todos los departamentos agrícolas de la provincia de Córdoba, seguidas por Sorgo de Alepo(Sorghum halepense) y Eleusine(Eleusine sp.).Como puede observarse en los mapas estas cuatro malezas están repartidas en todo el territorio cordobés y debido a la resistencia adquirida al glifosato y a otros grupos de herbicidas su control resulta cada vez más difícil.Otras malezas de importancia son Cloris(Chloris virgata), Flor de Santa Lucía(Comelina erecta),Siempreviva(Gomphrena pulchella)y Cerraja (Sonchus oleraceus). Laregión Norte, que comprende los departamentos Colón,Río Primero, Río Seco, Totoraly Tulumba,se destaca por tener mayor variedad de malezas de difícil control, agregándose Borreria(Borreria spp.)a las nombradas anteriormente y con mayor incidencia de Cloris y Flor de Santa Lucíaen comparación con el resto de la provincia. En las regiones centro, sur y sudeste, Yuyo colorado y Rama negra son las que presentan mayores complicaciones.
Lavariedadde malezas de dificil control lleva a que los mecanismos deintervenciónse diversifiquen cada vez más.La Red de Manejo de Plagas de AAPRESID encontró resistencia al glifosato en Amaranthus sp.,Borreria,Chloris virgata, Eleusine sp., Gomphrena pulchellay Sorghum halepense, Eleusine sp, entre otras.Algunas incluso tienen resistencia a más de un grupo de herbicidas: El sorgo de alepo, por ejemplo, muestraresistenciano solo al glifosato sino también a los inhibidores de ácidos grasos “ACCasa”.Si bien los cultivos de cobertura están aumentando su importancia como una herramienta más sustentable y económica para mantener el lote libre de malezas durante el invierno(para la campaña 19/20 se utilizaron en aproximadamente el 10% de la superficie), el control químico sigue siendo el más utilizado. El principal cultivo sembrado como cobertura fueel centeno, en ocasiones consociado con leguminosas como la vicia.El aumentode esta práctica fue más notorio en los departamentos del norte provincial, ya que en la zona sur y sudeste hace un tiempo están siendo utilizados. En algunos lotes se debió recurrir a la labranza para eliminar las malezas debido ala imposibilidad de controlarlas de otra manera.Se utilizaron en todos los casos herbicidas preemergentesprevio a la siembrapara evitar la competenciademalezascon la emergencia de los cultivos . Se realizaron principalmente barbechos largos en los cultivos sin antecesor invernal y barbechos cortos en aquellos que venían de trigo y garbanzo. Una de las técnicas más utilizadas fue el“doble golpe”, que consiste en la implementación secuencial de dos métodos de control sobre un mismo grupo de malezas. Un ejemplo de esta práctica es la aplicación de un herbicida hormonal sistémico, seguido por un herbicida de contacto como diquat o paraquat. En todas las regiones los gruposde herbicidasmás usados en maíz fueron los reguladores de crecimiento (2,4 D, Dicamba, Picloram) y losinhibidores de aminoácidos EPSP (Glifosato). Los siguientes grupos en orden de importancia fueron los inhibidores de la división celular (Metolaclor, Acetoclor)ylos inhibidores de carotenoides HPPD (Isoxaflutole, Tropamezone, Diflufenican).En el caso del cultivo de soja la variabilidad de productos es mayor. A los inhibidores de aminoácidos EPSP se le agregan losinhibidores de la división celular y los inhibidores de clorofila PPO (Fomesafem, Flumioxazin, Sulfentrazone), de aminoacidos «ALS» (Imazetapir, Metsulfuron, Clorimuron, Nicosulfuron, Diclosulam)y los inhibidores deácidos grasos «ACCasa» (Cletodim, Haloxifop). La elección de cada grupo de herbicidas se debió a dos motivos: La maleza a controlar y las características fisiológicas del cultivo. El mayor uso de Reguladores de crecimiento e inhibidores del fotosistema II en maíz se deben a la tolerancia natural que poseen las gramíneas a esos productos. El caso contrario ocurre con los inhibidores de la síntesis de ácidos grasos como elhaloxifop, principio activo que causa daño en maíz, mientras que la soja es tolerante.La variabilidad e intensidad de herbicidas utilizados llevó a que se observen síntomas de fitotoxicidad en numerosos lotes de soja.En las siguientes figurasse puedenobservarlas malezas reportadas en cada zona como las de mayor dificultad de control y los grupos químicos de herbicidas más utilizados en maíz y soja