Los ruralistas hicieron pública ayer, a través de un comunicado, su opinión sobre los impuestos que deben afrontar a nivel municipal, provincial y nacional, a los que consideraron «un riesgo artificial de exagerada magnitud que debe ser corregido sin excusas».
La Sociedad Rural de Rosario (SRR), que lidera Jorge Isern y que forma parte de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) y a nivel nacional de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), enfatizó que la carga tributaria total «perjudica al extremo al campo y lesiona al conjunto social».
En ese sentido, expuso que el Estado percibe con impuestos 66,2% de la venta agrícola en promedio. La soja es hoy la más perjudicada por la ecuación (dado que tributa 30% de retenciones a las exportaciones), con el 71% que va al Estado. Para el maíz, el porcentaje se ubica en 45,4%; para el trigo, en 68,7% y en el caso del girasol asciende al 51%.
Eso en momentos en que los precios internacionales de los cereales y oleaginosas bajaron en torno a 25% contra el ejercicio previo, lo que «muestra el alto riesgo que presenta la actividad productiva del campo».
Además, la SRR remarcó que desde el año pasado las poblaciones urbanas y la ruralidad de esa región padecieron «impiadosas lluvias con inundaciones que han afectado gravemente hogares y cultivos».
Esas inundaciones, que la zona núcleo y en particular el sur de Santa Fe padeció en abril de 2016, en enero pasado y la semana pasada, derivan «en pérdidas y hasta quebrantos» de productores, «ponen al descubierto la falta de infraestructura desatendida por los últimos gobiernos».
A ese panorama, se suman la suba de los combustibles, tarifas, insumos, logística, que lleva al aumento de costos hasta niveles insostenibles, y que los productores según la SRR «observan, impotentes».
Por eso, es que los dirigentes santafesinos consideraron que debe darse una «reducción real de la carga impositiva global, de manera de recuperar la competividad perdida». En ese contexto, apuntaron directamente al impuesto inmobiliario (provincial), al que consideran «discriminador».
En su reclamo hacia una reforma impositiva general, que reduzca gravámenes de manera significativa, los ruralistas del sur santafesino exigieron que «todo el sector político se comprometa a reducir su enorme gasto corriente improductivo».
Remarcaron que ese sector es el «único de esta sociedad que no ha hecho esfuerzo alguno para eliminar erogaciones superfluas, cargando ese peso sobre las espaldas de los contribuyentes».
En el documento, además, manifestaron estar «siempre abiertos al diálogo y la participación para seguir aportando ideas y acciones» para la provincia de Santa Fe. Los dirigentes ya mantuvieron un encuentro con el gobernador Miguel Lifschitz para plantearle estas situaciones y quedaron en coordinar una nueva reunión para los próximos días.
Cronista