El proyecto utiliza herramientas de Big Data y Data Science para ayudar a recomendar prácticas de gestión sostenible a los productores agropecuarios. La startup nacional, con sede en Rosario, colaborará en ofrecerles a los agricultores de Brasil soluciones que les garanticen un buen rendimiento.
La iniciativa Carbono Bayer está trabajando en Brasil para brindarles a los agricultores soluciones que garanticen una buena productividad en el campo y un mayor secuestro de carbono en el suelo. En esta misión, la startup argentina Sima, con base en Rosario, contribuirá con su experiencia en Big Data y Data Science para ayudar a intensificar la adopción de prácticas de gestión sostenible, junto con Embrapa y otros socios del proyecto.
La herramienta de la agtech permite a los productores y empresas crear una gran base de datos capaz de almacenar todo el historial de producción y rendimiento de las áreas mapeadas y a la que se puede acceder en cualquier momento y en cualquier lugar.Esta información es un insumo para que el equipo técnico de Bayer analice cada sistema agrícola y confeccione una propuesta de valor para el productor.
A través de los datos, es posible identificar alternativas de manejo, asistir en la elección de productos y en la definición de la dosis administrada para cada objetivo, lo que impacta “directamente en la eficiencia agronómica, rentabilidad y sustentabilidad de los cultivos”, explicaron desde Sima.
“Tener toda esta información registrada de forma estandarizada nos ayuda en los cálculos y modelización matemática relacionados con el sistema agrícola utilizado, algo fundamental para el éxito de la iniciativa Carbono Bayer, pero también nos apoya en análisis medioambientales y sostenibles, como, por ejemplo, el balance de índices de carbono e impacto ambiental ”, explicó Ana Carolina Guedes, Gerente de Sistema y Alianzas del Negocio de Carbono de Bayer para América Latina.
Hoy en día, las prácticas de gestión impulsadas por Bayer tienen como objetivo aumentar la productividad con el mayor secuestro de carbono posible dentro de las áreas productivas de las propiedades rurales. Y, en el futuro, el objetivo es que estas acciones generen créditos de carbono. El agricultor puede vender los créditos a empresas que deseen neutralizar sus emisiones de CO². La iniciativa Bayer, lanzada en 2020, cuenta con más de 400 productores registrados, con enfoque en cultivos de soja y maíz, en 15 estados, superando las 80 mil muestras de suelo analizadas.
Según Ana Carolina Guedes, hasta hace poco, las metodologías y protocolos estándar utilizados para la certificación del carbono del suelo no eran muy compatibles con la realidad de la agricultura, especialmente en un escenario tropical como Brasil.
“Por eso, hemos estado desarrollando, junto con el agricultor y varios socios, como Embrapa, un nuevo estándar para los procesos de monitoreo, reporte y verificación del carbono en el suelo”, dijo. “El uso de soluciones digitales de agtechs como Sima es crucial en esta etapa de recolección y monitoreo de datos”, completó.
Avance tecnológico en las granjas
Los agricultores que participan en la iniciativa Carbono Bayer cuentan con tecnologías de vanguardia para el análisis de suelos y reciben orientación para adoptar prácticas agronómicas más sostenibles, generando mejoras de gestión para aumentar el potencial productivo, además de reducir los impactos ambientales en el agro y aumentar el secuestro de carbono en el suelo.
Entre estas prácticas, el agricultor puede invertir en cultivos de cobertura, los cuales ayudan a mejorar la calidad del suelo; utilizar sistemas de riego eficientes que ahorren agua; invertir en mejores tecnologías de semillas, y seguimiento de la producción, entre otras medidas.
En la finca Bom Jesus, con sede en Unaí (MG), la entrada al proyecto generó amplios beneficios y convenció a la productora Alessandra Folador del valor agregado que aportan las nuevas tecnologías.
“El objetivo de esta asociación es elaborar un plan que se traduzca en un aumento del carbono del suelo, pero los beneficios van más allá. El proyecto nos permite recopilar datos y nos ayuda a tomar decisiones más precisas”, resaltó Folador.
Así, en sus 3.735 hectáreas cultivadas con maíz y soja, viene cosechando los frutos de una producción más sustentable y también más rentable.