Hoy 7 de julio se celebra el Día Nacional de la Conservación del Suelo establecido en 1963 por la Presidencia de la Nación en memoria del Dr. Hugh Bennet, un investigador estadounidense que trabajó en busca de la preservación del recurso natural.
En nuestro país hay 60 millones de hectáreas aptas para la agricultura y ganadería. Unas 32 millones de hectáreas de suelos están cultivadas actualmente. 60 % de esa superficie está siendo afectada por la erosión del agua o del viento, de acuerdo a la región.
La conservación del suelo es un conjunto de prácticas esenciales para el cuidado de nuestra tierra; por eso, en el día de la fecha, se reconocen a nivel nacional los beneficios que acarrea.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define al suelo de la siguiente manera: está compuesto por minerales, materia orgánica, diminutos organismos vegetales y animales, aire y agua. Es una capa delgada que se ha formado muy lentamente, a través de los siglos, con la desintegración de las rocas superficiales por la acción del agua, los cambios de temperatura y el viento. Las plantas y animales que crecen y mueren dentro y sobre el suelo son descompuestos por los microorganismos, transformados en materia orgánica y mezclados con el suelo.