El Informe Sectorial de la Consultora que estudia los mercados de la Carne habla de un cambio pocas veces visto en materia de valores.
Sobre finales del mes de octubre y primeros días de noviembre se
afianzó una tendencia en los precios del ganado que veníamos intuyendo y
entendemos estamos en el medio del proceso de cambio. Como gran dato
llamativo y por fuera de lo que aconteció históricamente el kilo de toro para faena vale lo mismo que el novillo y el novillito, situación que no recordamos haberla visto con anterioridad. Esto se da en el marco de una faena que se encuentra bien abastecida en el mes de octubre se faenaron 1.260.416 cabezas, manteniéndose en el acumulado anual la tendencia de una mayor faena de machos con respecto al año anterior. El incremento y la volatilidad de los distintos tipos de cambio en la moneda sin lugar a duda tienen su influencia en esta coyuntura, sumado a la presión que ejerce la suba de los commodities agrícolas tanto en dólares como en pesos. Esto impacta no sólo en el precio del maíz sino también en la proteína
aumentando el costo de la alimentación.
En lo que respecta al mercado de invernada y cría los precios siguen
firmes, con alguna pequeña suba, dando al criador un merecido aire y mayor ¨tranquilidad¨ en el flujo de fondos, dado por el precio del ternero como de la vaca preñada y la que tiene destino de faena.
Panorama Económico
El inicio de una segunda ola de Coronavirus en Europa con mayores niveles
de contagio, pero con menor índice de mortalidad puede impactar en el repunte económico que viene teniendo el mundo a partir de junio, repercutiendo en los precios de los activos financieros y en la incipiente pero continua recuperación en los precios de los commodities. En contraposición, una confirmación de la eficacia en las investigaciones de los laboratorios de la vacuna contra el Covid eliminaría esa posible recaída y, por el contrario, podría incrementar el precio de estos. Por último, la victoria de Biden llevará a tener nuevamente relaciones comerciales menos tensas principalmente en su relación con China y con Europa.
Con respecto a Latinoamérica, no cambiará mayormente la relación económica con la región, pero sí podría influir en un menor brillo político por parte de Bolsonaro. Eso podría ser tomado por parte del gobierno local como un guiño hacia su política externa más alineada con México que con Brasil.
Con respecto a la Argentina, la novedad surgió por la fuerte caída
experimentada en la brecha cambiaria entre el dólar libre y el oficial habiendo llegado en sus máximos a superar dicha brecha niveles del 100%. Los actuales niveles cercanos al 80% son un respiro o pequeño ¨verano¨ pero en nada modifican las dificultades que la economía atravesará en los próximos meses. La caída de reservas continúa (aunque a menor velocidad), aún con controles cambiarios acentuados. El superávit comercial de septiembre se ha reducido fuertemente siendo una señal preocupante de continuar esta tendencia. Durante este mes el intercambio registró un resultado positivo de 584 millones de dólares, más de 1.100 millones menos que hace un año, aniquilando la oferta de dólares
y el BCRA perdiendo reservas aun con súper – cepo. A medida que la cuarentena continúe levantándose, será cada vez mayor el incremento de importaciones para hacer frente al aumento de actividad que habrá y más tenso se verán las exiguas reservas netas del BCRA.
La inflación ha comenzado a acelerarse a pesar de haber cerca de la mitad
de los precios del índice controlados o regulados. Por último, el arribo de los
funcionarios del FMI abre un paraguas para los próximos días en cuanto a
expectativas con el dólar libre pero no solucionan el problema de fondo que está dado por cómo Argentina financió la caída de actividad provocada por la pandemia (con emisión).
Precios
La crisis económica del país, con una brecha cambiaria significativa del
orden del 80% (actual) al 120% (23 de octubre) “altera los incentivos de los
agentes económicos». Históricamente en nuestro país cuando existe una amplia brecha cambiaria, se han dado procesos de subfacturación de las exportaciones.
El sector de ganados y carnes no es ajeno a la situación macroeconómica
del país, como venimos mencionando en nuestros últimos informes, con un
sector exportador con una demanda muy firme y un consumo interno debilitado por el menor poder adquisitivo. Una de las características que puede observarse en los últimos dos meses, es cómo se redujo la brecha entre el consumo liviano, el pesado y la “llamativa firmeza de las distintas categorías de vacas y toros”.
Durante el mes de octubre hubo un importante incremento de las
categorías de vacas y una leve suba del consumo interno. Hasta se ha llegado a escuchar en los pasillos del mercado “que toda la carne vale 200$” y que de acuerdo con el rendimiento en gancho de la hacienda se transmite hacia el kilo vivo. En la tabla siguiente puede apreciarse los diferentes valores que se obtiene en el “kilo vivo” en función del rendimiento de las categorías.
La firmeza del precio de la vaca puede explicarse por el pico de embarques
hacia China, en conjunción con una menor oferta estacional, aunque no existe una explicación clara para el pago de estos llamativos precios, que no sea “adaptarse” a las realidades macroeconómicas que rigen en el país, que le permite una mejora en su poder de compra.
Por su parte, lo valores de la Cuota Hilton y no Hilton se encuentran muy
bajos dado por el segundo rebrote de Covid en la Unión Europea que se
encuentra cerrada por la segunda cuarentena, especialmente Alemania que es el principal comprador destinado al segmento Horeca.
En los primeros días del mes de noviembre comenzó a mejorar los valores
del consumo interno alcanzando los $125 tanto en machos como en hembras, comenzando a sentirse el faltante de hacienda gorda proveniente de los corrales.
Como veníamos previendo en nuestros informes anteriores, tal cual lo ocurrido en los segundos semestres del 2018 y 2019, el corriente año presenta números negativos para los feedlot los cuales se vienen desocupando a un ritmo importante.
Si bien, de acuerdo con el Informe de la Cámara de Feedlot la ocupación
es del 62 por ciento se reponen dos de cada tres animales que se venden. A este ritmo ocurrirá en forma similar a los años anteriores, escasez de oferta destinada al mercado interno lo cual impactará en los precios de la hacienda gorda. El gran interrogante que surge para el presente año es si con el nivel de crisis económica el mercado interno podrá o no absorber subas de entre 30 y 40% como ocurrió anteriormente?
Conclusión
La readecuación de los precios del ganado en pie entre las distintas
categorías comenzó a ocurrir, no previéndose que en estos meses se alcancen los diferenciales históricos entre las categorías de vacas/toros con respecto al consumo (situación económica). Claramente el incremento en el precio del ganado con destino al consumo interno recién se inicia y son las categorías con mayor potencialidad de suba en los próximos tres meses. La firmeza de los commodities presenta un desafío para la producción de carne y los sistemas mixtos con base forrajera en parte de su ciclo productivo son los que tienen capacidad de adecuación y permiten lograr rentabilidades positivas.
Pero esta readecuación de precios para la hacienda gorda no puede
apartarse de lo que ocurra con la economía nacional. No puede descartarse que en la dinámica de esta crisis la economía caiga en un régimen de inflación más alta y de lo que ocurra con la brecha cambiaria en donde en algún momento se tornará inevitable un desenlace con una corrección del dólar oficial.
Dr. Fernando Gil: fernandogil@agroideas.net
Dr. Federico Santangelo: fsantangelo@agroideas.net