El Gobierno finalmente cerró la exportación de carne por 30 días con el objetivo de atenuar la inflación y el sector se manifestó en alerta y desde el jueves realizará un cese de comercialización de hacienda.
Bajo este marco, la Doctora en Desarrollo Económico, Directora del Grupo Banco Provincia y del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Julia Strada, comentó durante una entrevista que «regular Liniers sería la otra idea».
Luego del cierre en la exportación de carne, ¿control en Liniers?
«Por un lado hay un tema con las cantidades. Frenar la salida de carne del país tiene que ver con cantidades, para bajar precios. En segundo lugar, se estaba discutiendo qué hacer con Liniers, hay que tener precios máximos en Liniers. Es decir, controlar con precios máximos la hacienda para hacer que no se te desboque. Cuando pasó lo de Coto la hacienda había subido un 9%», comentó Strada.
La economista repasó todos los diagnosticos que realizó el Gobierno en relación al precio de la carne: «No funcionaron los acuerdos por cantidad. Se relanzó el acuerdo de la carne para que sea de lunes a viernes pero está teniendo una cantidad muy acotada, se necesita más para cubrir el mercado local. Además vimos fotos con más hueso que carne».
Al mismo tiempo, recordó que el primer intento fue el cierre de exportaciones de maíz, que luego el Gobierno levantó por el fuerte rechazo que generó en el sector agropecuario y frente al hecho de que el maíz tiene una incidencia baja en el precio final de la carne.
Luego, según Strada, «apareció que los precios están subiendo en el mercado local, por puja de cantidades, tiene que haber ofertas. También aparece otra idea, las DJEC. Hay una exportación en negro que te termina haciendo un negocio que paga más caro el precio de la hacienda en Liniers. Lo que tenías que controlar es la subfacturación en el negocio, para no tener distorciones en el precio de Liniers».
«Tenés muchas vias por donde fueron entrando (en el Gobierno) y finalmente tenés esta medida», concluyó sobre el reciente cierre de exportaciones a la carne.
Al mismo tiempo, consideró que «al sector se le queman los papeles en cuanto a argumentos. No tenés una explicación específica de un costo. No hay una relación con los costos. El precio del asado aumentó un 81,5% en un año y el matambre un 76,5%. Ningún costo subió efectivamente eso. No tenés razones efectivas para justificarlo«.