Si bien es cierto que los efluentes porcinos aportan beneficios al suelo y los cultivos, su aplicación carece de estimaciones técnicas en la actualidad. Cuáles son los aportes del INTA y el Grupo Río Seco.
El uso agronómico de efluentes porcinos se está convirtiendo en una práctica frecuente en la provincia de Córdoba. Sucede que su aplicación contribuye al rendimiento de los cultivos y sirve como abono orgánico para los suelos. No obstante, la falta de estimaciones y sustentos técnicos puede acarrear consecuencias ambientales que derivan de un manejo inapropiado.
A modo de orientar a los productores en la materia, la SRJM organizó una jornada intensiva, en el marco de las buenas prácticas agropecuarias. Bajo la coordinación del INTA Jesús María y el Grupo Río Seco, se tomó como referencia la siguiente premisa: “las distintas alternativas de manejo y uso deben ser operativamente prácticas, económicamente viables y ambientalmente amigables”.
STOCK PORCINO Y PLANTAS DE BIOGÁS EN TERRITORIO NACIONAL
Según datos provistos por SENASA, Córdoba tiene 1.163.620 cabezas porcinas en la actualidad. Del total nacional, la provincia representa el 23,22%, siendo la región con mayor stock después de Buenos Aires. Sin embargo, sólo el 4% de los productores cordobeses disponen de más de 50 madres, concentrando el 54% del stock porcino provincial.
En materia de bioenergías derivadas de residuos porcinos, el INTA Manfredi confirmó la existencia de un total de 105 plantas de biogás en el territorio nacional. “La mayoría se encuentra en la provincia de Santa Fe siendo el 50% instalaciones de pequeña escala”, admitieron sus titulares, Nicolás Sosa y Diego Mathier.
USO AGRONÓMICO: ¿QUÉ HACEMOS CON LOS EFLUENTES PORCINOS?
Para la Ing. Agr. Vanesa Pegoraro -del INTA Marcos Juárez-, la mayoría de los productores “no tiene en cuenta los nutrientes que aportan los efluentes porcinos al suelo y los cultivos”. Frente a esta realidad, instó como primera medida a analizar los niveles de nitrógeno en los suelos intervenidos.
“Una vez que se comprueba si hay o no excedente de nitrógeno, el productor está en condiciones de realizar un plan de aplicación, siempre y cuando las dosis sean las correctas”, especificó la especialista, quien se encargó de llevar adelante un relevamiento en el departamento de Marcos Juárez.
“El 81% de los productores entrevistados trabajan en sistemas confinados y semiconfinados con efluentes líquidos. De ese total, el 48% aplicaron los residuos en el suelo sin ningún tipo de criterio agronómico. Otro 44%, en tanto, depositó los efluentes en lagunas en donde llegaron a permanecer hasta más de 10 años”, advirtió Pegoraro, cuyo informe incluyó entrevistas al 20% de productores con más de 50 madres.
EL CASO DEL GRUPO RÍO SECO
Con el propósito de analizar los efectos del purín sobre el rendimiento de los cultivos, el Grupo Río Seco viene desarrollando ensayos a campo desde la campaña 2012/2013. Según manifestó su coordinador general, Pablo Solfanelli, el Grupo optó por el uso de residuos porcinos ante las bajas respuestas de nitrógeno en los suelos de dos establecimientos ubicados al norte de la provincia: “El Cebil” y “La Constancia”.
“Las aplicaciones que venimos realizando desde hace 5 años, están hechas sobre la siembra. Nuestra duda siempre fue saber si salinizábamos o no el suelo”, enfatizó el Ingeniero. En cuanto a las “dosis recomendables” para un cultivo como el maíz, Solfanelli señaló que los resultados de los ensayos arrojaron entre “30 y 50 milímetros de aplicación”.