INTA Marcos Juárez publicó un ensayo en cuatro puntos de San Luis y el sur de Córdoba con variedades de centeno, triticale y trigo, bajo el nombre de “Tecnologías para la prevención y control de la erosión eólica luego de maní en el sudoeste de Córdoba y este de San Luis”.
Se trata en concreto de un trabajo en el que cinco investigadores del INTA compararon parcelas sin cultivos de cobertura y con los mismos, tras la cosecha de maní.
Cabe recordar que este cultivo se cosecha luego de “arrancarse”, y eso genera un movimiento de los suelos que eleva el riesgo de erosión, más aún en una zona como el sur de Córdoba y de San Luis donde predominan los suelos arenosos, hay fuertes vientos y las precipitaciones en invierno son escasas.
Debido a esta situación de poca oferta hídrica, es una zona con poca siembra fina y los especialistas del Inta partieron de la hipótesis de que sumar un cultivo de cobertura sería una de las tecnologías más adecuadas para el control de la erosión.
A partir de allí, realizaron estudios en cuatro puntos: Villa Mercedes, en San Luis; y Río Cuarto, Huinca Renancó y General Cabrera, en Córdoba.
“En cada uno de ellos existió una superficie sin cultivos de cobertura luego del arrancado o cosecha del maní, y por lo menos un tratamiento con cultivos de cobertura. En cada uno de estos tratamientos se instalaron parcelas de medición de la erosión eólica usando colectores BSNE. Para evaluar el control por parte del cultivo de cobertura calculamos la erosión eólica relativa como el cociente entre el total de sedimentos recogidos en la parcela con cobertura y el de la parcela sin”, explica el informe.