La primera estimación de la oleaginosa muestra 16,4 Millones de hectáreas, un retroceso del 3 % en área respecto del ciclo anterior. las gramíneas suben: el trigo suma 100.000 hectáreas y el maíz, a 20 días de comenzar su siembra, pasa de un 5 a un 6 % de crecimiento interanual.
Eran más de 20,25 M ha las que se sembraban por entonces. La campaña era la 2014/2015. Al año siguiente casi se mantuvo el hectareaje, pero de ahí en más la soja fue en caída. Y en este 2021 se sembrarían 16,4 M ha, el recorte sería de medio millón de hectáreas, un 3% menos que en el 2020. Pero puede ser aún mayor. En
Santa se dejarían de sembrar más de 100.000 ha. En Córdoba y en Buenos Aires la caída estaría en el orden de 200.000 ha. Incluso con el horizonte climático de una
«Niña» o un Neutro frío en el Pacífico, y un agosto que muestra por delante al menos 10 días más sin lluvias importantes, el productor la ha desplazado en su
elección. Las principales razones son: márgenes actuales menores que el maíz, rindes que en los últimos dos ciclos consecutivos se han comportado peor que el cereal ante
un escenario de falta de agua y el mayor peso impositivo con el que carga la oleaginosa. Con una siembra estimada en 16,4 M ha se proyecta una cosecha de 49
Mt.
El trigo 2021/2022 quedó a solo un paso de los 7 M de ha pero baja su proyección de producción El trigo pasa de una siembra de 6,8 M ha en julio a 6,9 M ha en agosto. El último ajuste de área que se realiza mientras se terminan de sembrar los últimos lotes en Buenos Aires suma 70.000 ha en zona núcleo y 30.000 en Santiago del Estero y Chaco. Hasta hace un mes se señalaba un horizonte productivo récord para Argentina de 20,5 Mt con 6,8 M ha. Con 100.00 ha más, el horizonte debería ser de casi 21 Mt (teniendo en cuenta pérdidas de área en torno a los 200.000 ha y el rinde promedio nacional de los últimos 5 años: 31 qq/ha). Pero el escenario de normalidad climática se aleja por los problemas de falta agua y la proyección baja a 20,1 Mt.
El trigo 2021 empezó muy bien tras las importantes lluvias que dejaron en gran parte de la región pampeana el otoño y en especial mayo. Pero de ahí en más las lluvias han decepcionado y no han sido como se proyectaban hasta hace dos meses atrás. Las lluvias de la primera mitad del invierno de este año están muy por debajo de
los acumulados medios históricos de los últimos treinta años, tal como pasaba en el 2020. Las últimas lluvias del pasado fin de semana, se focalizaron en el
centro este bonaerense: el epicentro fue en Saladillo que superó los 120 milímetros con granizo, anegamientos y destrozos por los fuertes vientos. Las tormentas sirvieron para recomponer las reservas del NE bonaerense pero no alcanzaron la franja oeste, y al núcleo triguero del sureste dónde se aumenta la escasez de agua. El otro problema está en el norte del país: N de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero y Tucumán muestran una fuerte desecación que pone en condiciones regulares a
300.000 ha trigueras. El año pasado la falta de agua era la más grave de los últimos 10 Años y había en condiciones regulares a malas 2 millones de hectáreas de trigo. Por delante hay 10 días más sin lluvias a la vista, y se encienden los temores de que se repita la historia del año pasado, la de tener una salida del invierno seca y
una primavera que no cumpla con las lluvias promedios.
El maíz 2021/2022 va a ganar aún más hectáreas
En junio señalamos que a dos meses y medio de largar la siembra maicera había una actividad de precampaña inusual que era histórica: se hacía difícil conseguir semilla
y se proyectaba un crecimiento interanual de un 5% en la siembra del ciclo 2021/2022. A menos de un mes de la siembra, la tendencia se afirma: el maíz va por un 6% más de área y puede seguir creciendo. Los mejores márgenes son un motor que no han dejado de expandir al maíz. También empuja al cereal las gratas sorpresas en rindes del ciclo pasado obtenidas tanto en siembras tempranas, tardías o incluso de segunda: antes los maizales no superaban los 75 o los 8o qq/ha tras el trigo, pero en la última campaña los promedios han superado los 100 qq/ha en esa situación. Hay preocupación por la falta de agua y a los próximos 10 a 15
días sin agua. El temor de repetir una primavera como la del 2020 enciende la alerta en los productores.
De todas formas, hace un año atrás, con una situación mucho más compleja de sequía y una «Niña» que hacía temer lo peor para Argentina, la intención de siembra era la de bajar un 3% el área Nacional. Pero, por trabajos satelitales y demás ajustes, la campaña 2020/21 mostró al final un aumento de área de un 5%. La falta
de agua ha dejado de ser un impedimento o un factor de peso para pasar hectareaje de maíz a soja. Por el contrario, la tendencia se ha dado vuelta y el maíz
ofrece mayor seguridad de resultados ante un escenario adverso. Otro factor importante, para afirmar el aumento de área del 2021 es que las reservas de humedad en gran parte de la región pampeana son mucho mejores que hace un año atrás.
La tendencia a sumar más maíz puede fortalecerse. Las lluvias de setiembre serán importantes para concretar las siembras tempranas. De todas maneras, los productores también contemplan planes de siembra tardía a partir de diciembre dadas las excelentes experiencias del ciclo pasado. Con 7,83 M ha intencionadas —6,83 M de ha para el circuito comercial— se espera una producción que rondaría los 55 Mt. Hace un mes se esperaba una producción de 54 Mt. Con un horizonte
productivo de 55 Mt la próxima cosecha maicera podría superar por un 7% al anterior récord maicero de Argentina.
Fuente: GEA. Guía Estratégica para el Agro.