La Red de Nutrición de Cultivos del NEA (RNCNA) de Aapresid revela las claves para una nutrición estratégica de nitrógeno en maíz: evaluar el potencial del ambiente, establecer umbrales críticos y ajustar la dosis óptima para maximizar resultados.
El nitrógeno (N) es un nutriente esencial para el cultivo de maíz, especialmente en la región del noreste argentino (NEA), donde las condiciones de suelo y clima plantean desafíos particulares. A partir de estas necesidades, el último informe de la Red de Nutrición de
cultivos del norte Argentino de Aapresid (RNCNA) ofrece herramientas prácticas y datos basados en ensayos para ayudar a los productores a maximizar el rendimiento de sus cultivos.
En los últimos años, los rendimientos de maíz en el NEA han crecido significativamente. Sin embargo, este aumento de productividad también ha generado una mayor demanda de nitrógeno en un contexto donde los suelos, tras años de agricultura, ofrecen cada vez
menos este nutriente de forma natural.
Umbrales críticos de Nitrógeno
Un aspecto central del informe es el concepto de umbrales críticos de nitrógeno, que representan el nivel mínimo necesario en el suelo para alcanzar un rendimiento óptimo. Los valores estimados para el NEA son de 150 kg N/ha sin considerar el aporte
de N por mineralización (Nan) y 298 kg N/ha al incluir este aporte.
Sin embargo, el rendimiento no depende únicamente de la disponibilidad de N, ya que, factores como precipitaciones, temperatura, manejo y condiciones específicas del sitio también juegan un papel crucial. Por esta razón, el informe propone ajustar los umbrales
críticos según tres ambientes productivos: rendimientos menores a 6000 kg/ha, rendimientos entre 6000 y 9000 kg/ha, y rendimientos superiores a 9000 kg/ha.
Para estos ambientes, los umbrales críticos de nitrógeno varían entre 138 y 165 kg N/ha considerando solo el nitrógeno disponible (suelo + fertilizante) y entre 275 y 311 kg N/ha al incluir Nan. A medida que aumenta el potencial de rendimiento, los umbrales
críticos son más altos.
Variables que determinan el potencial del ambiente
El informe también subraya la importancia de variables ambientales y de manejo para determinar el potencial del ambiente. Entre estas, la materia orgánica (MO) resulta ser clave. En ambientes con altos niveles de MO (entre 2,9% y 4%), se registraron
rendimientos superiores a 9000 kg/ha. Cada incremento del 1% en MO puede aportar hasta 1200 kg/ha adicionales.
Por el contrario, los ambientes de bajo rendimiento suelen asociarse con suelos de mayor contenido de arcilla y una mayor cantidad de años de agricultura, lo que afecta negativamente la disponibilidad de nutrientes.
Cómo calcular la dosis óptima económica
Otro punto destacado del informe es el cálculo de la dosis óptima económica (DOE), que permite ajustar la fertilización según la relación de precios entre maíz y fertilizante nitrogenado. Utilizando herramientas como la aplicación web DONMaiz, se determinaron
valores de DOE ajustados para ambientes de bajo, medio y alto rendimiento.
En condiciones de bajo rendimiento, la DOE fue de 50 kg N/ha, mientras que para rendimientos medios y altos fue de 59 y 77 kg N/ha, respectivamente. Para calcular la DOE, los productores deben realizar un análisis de suelo previo a la siembra, consultar los valores
de disponibilidad óptima económica (DispOE) presentados en el informe y ajustar las recomendaciones según la relación de precios específica de cada lote y campaña.
Fuente: Aapresid